María Jesús Montero defiende la reforma del delito de sedición: «Sánchez incrementa el clima de diálogo»
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha defendido este viernes la reforma del delito de sedición, que se enmarca «en un empeño del Gobierno, del presidente Sánchez» por mejorar la convivencia en el seno de Cataluña y en su relación con el resto del país, convencida de que «la convivencia es la tarea más importante que tiene cualquier político».
Montero ha hecho balance del Gobierno de Sánchez, y ha asegurado que «después de estos cuatro años de llegada del presidente Sánchez a La Moncloa se puede afirmar que se está respirando mayor clima de diálogo, un mayor clima de convivencia» y ha anunciado que «eso es lo que vamos a seguir haciendo».
En declaraciones a los medios de comunicación en San Fernando (Cádiz), antes de presidir el acto de entrega de premios en el marco de las V Jornadas Nacionales de Periodismo, ha blandido la herencia que ha afrontado el Gobierno en la relación de España y Cataluña por cuanto ha recordado que «nuestro país sufrió en el año 17 una crisis de convivencia que obligaba a la política a restablecer el clima de diálogo, de normalidad, de convivencia, que debe ser la nota dominante en el progreso de España».
«Estamos promoviendo la homologación, la europeización, para que sea un delito análogo con otros Códigos Penales europeos», ha apostillado la ministra sobre el espíritu de la reforma.
«El presidente siempre planteó que el Gobierno iba a desarrollar todas las actuaciones dirigidas a incrementar el clima de diálogo y convivencia» en Cataluña, ha sostenido la ministra sobre la hoja de ruta que ha mantenido el Gobierno, quien ha invocado entonces que «hoy asistimos a una situación en Cataluña que en nada se parece a la que este Gobierno heredó en 2017», entre lo que ha incluido «revueltas en la calle», mientras que ha lamentado que «algunos están empeñados en fomentar la crispación, la polarización y el enfrentamiento».
En ese mismo bando ha ubicado la también secretaria general del PSOE al «PP, Puigdemont y Junts per Cataluña», partidos y expresidente de la Generalitat a los que ha atribuido que «creen que tienen más rédito electoral con un debate de confrontación, de demonización del otro», mientras que ha reivindicado el distinto comportamiento del PSOE en la oposición cuando a un gobierno del PP le tocó afrontar la declaración de independencia.
«Para que se produzca diálogo tiene que haber una actitud de todos para intentar el entendimiento», ha argumentado la ministra de Hacienda, quien ha precisado que «no depende solo del Gobierno de España el espíritu de diálogo, de entendimiento, depende de todos», y ha advertido de que «nos queda mucho por recorrer para posibilitar el entendimiento», para rechazar entonces que la reforma del delito de sedición sea moneda de cambio porque «la convivencia no tiene moneda de cambio posible».
«Hablar de contraprestaciones es absurdo», ha proseguido esgrimiendo la ministra de Hacienda, quien ha desligado la reforma del Código Penal para cambiar el delito de sedición de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 por cuanto ha sostenido que «los Presupuestos del Estado podrían haberse prorrogado» y colegir que «nada tiene que ver con el debate de los Presupuestos» y sí con la pretensión del Gobierno de «reunir y dar las condiciones para ir una situación de entendimiento y convivencia».
Montero ha considerado que los beneficiarios del debate del cambio del delito de sedición son «todos aquellos que vivían mejor con el conflicto en Cataluña», para reprochar aquí al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que «no se han corregido» las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acerca de la voluntad del Gobierno de encarcelar a la oposición, y concluir que el pensamiento en la dirección del PP es que «piensa que azuzar el odio, el enfrentamiento le provoca indirectamente réditos en las urnas».