‘La sociedad de la nieve’ ya en Netflix: Bayona se corona con su mejor película
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Ya podemos ver en casa una de las cintas españolas más importantes del año. La sociedad de la nieve se ha estrenado en Netflix y con ella, J.A. Bayona se corona con su mejor película hasta la fecha. Revisión de la tragedia de los Andes de 1972 en la que un grupo de supervivientes de accidente aéreo hicieron un pacto de canibalismo para poder mantenerse con vida. Un relato que ya estaba en el ideario popular gracias a una famosa película del 93 -¡Viven!- pero que el director de El orfanato narra de manera personal y única. Una oda a la vida, a la hermandad, a todo aquello que nos hace humanos y, por supuesto, al cine, a nuestra capacidad de transmitir historias que nos cambian. La cinta, por cierto, tiene todas las papeletas para llevarse el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa aunque, seguramente, el Goya al Mejor filme del año se le resista. Hay motivos de sobra para ambas opciones.
Un canto humanista
“¿Qué pasa cuando el mundo te abandona?” Esta es la frase promocional y el life motiv de La Sociedad de la nieve. La pronuncia el personaje de Nurma Turcatti (extraordinario Enzo Vogrincic), el narrador y es aquí donde reside el truco de la película; en el punto de vista. Sin hacer spoilers, decir que la elección de este personaje como voz del grupo es lo más importante de la película. Con ello, Bayona nos viene a decir que todos formamos parte de todos, en carne y alma.
Como ya hizo en Lo imposible, Bayona pone toda la carne en el asador visual para darle al espectador un puñetazo. La sociedad de la nieve es una experiencia inmersiva que agobia, aterra, te hace sentir el frío, la angustia, el hambre, la desesperación, la esperanza y la cotidianidad de la muerte y la aberración. No llega al nivel de pronografía emocional que derrochó en la película protagonizada por Naomi Watts, principalmente porque en la que nos ocupa tiene más claro su mensaje. Y consigue, el director, trnasmirtirnos todo lo que quiere gracias a todo un equipo que, se nota, ha remado a favor de obra. Cada detalle y departamento es un milagro cinematográfico. Los efectos especiales, la música, el montaje y la fotografía- los protagonistas técnicos- son de un nivel de exquisitez que no sólo se consigue con dinero sino sabiendo perfectamente lo que se quiere contar. Pero mención aparte merece el sonido, los efectos de sonido (capaces de hacerte ‘ver’ una inmensidad con un plano cerrado de los actores), el vestuario (el deterioro de las prendas es alucinante) y, por supuesto, una labor de maquillaje y peluquería que merece los premios más elevados.
En La sociedad de la nieve, lo mejor y lo peor están intrínsecamente ligados. El problema principal es que los personajes están desdibujados, no existen dinámicas de relación entre ellos. Esto provoca un distanciamiento y cierta falta de empatía. Pero la decisión no es gratuíta ni torpe, tiene que ver con lo que Bayona quiere transmitir: la humanidad la formamos entre todos, entre los heridos, los supervivientes y los muertos. Todos somos todos y estamos aquí por los que estuvieron antes y por los que vendrán. Esa idea de comunidad por encima del individuo no le quita emoción a la historia, y aquí es donde el personaje de Turcatti como narrador es fundamental.
Opciones al Oscar
No sería de extrañar que el próximo 18 de febrero, J.A. Bayona recoja su primer Oscar a Mejor película de habla no inglesa. Tiene posibilidades de sobra. Primero, el filme lo merece. Segundo, Netflix va a hacer (ya la está haciendo) una campaña brutal como la que hizo el año pasado con Sin novedad en el frente. Tercero, Bayona es muy querido en Hollywood, tiene muchos amigos académicos y ha trabajado con el mismísimo Spielberg. Pero, lo más importante, la única cinta que podía arrebatarle la estatuilla dorada era Anatomía de una caída pero esta se cayó de la carrera después de que Francia decidiera no seleccionarla para el Oscar (se dice que es porque la directora de la película Justine Triet cargó contra Macron al recoger la Palma de Oro en Cannes y el presidente francés ‘movió los hilos’ para que no se repitiese la escena en Hollywood). Eso sí, Anatomía de una caída lo más seguro es que se cuele en las categorías a Mejor película, dirección, guion e interpretación femenina.
En los Goya lo tiene más complicado
Mucho nos tememos que, en cuanto a los premios más importantes del cine español, Bayona repita lo que le ocurrió con El Orfanato, Lo imposible y Un monstruo viene a verme: ganará como Mejor director pero se le escapará el de Mejor película. Hay varios motivos. El primero es que el sector más amplio de académicos que votan en los Goya es el de los actores y en La sociedad de la nieve no hay ningún intérprete patrio . Ese nepotismo también puede jugar en contra de Bayona ya que, en España, la industria del cine es muy regional. Por ello, una película como 20.000 especies de abejas (la que más nominaciones tiene) de abejas se llevará el voto vasco, gallego e incluso catalán. Por no hablar de que tiene un casting amplio y con actrices muy respetadas en el sector.