Esta película de un relato de Stephen King fue tan desastrosa que el escritor demandó al estudio

Stephen King
Stephen King
Francisco-Eme
  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

Con sólo un breve repaso de títulos, podemos establecer rápidamente que Stephen King es uno de los escritores que más se han adaptado al séptimo arte. El mago del terror, tiene como es habitual, desde obras maestras hasta largometrajes que no alcanzaron el nivel esperado. No obstante, ninguna causó tanto rechazo por el autor como la película que traemos hoy. Un filme que no se terminó pareciendo en nada al material escrito por el autor de Cuenta conmigo e It.

Stephen King
‘El cortador de césped’ (New Line Cinema)

La cinta en cuestión es El cortador de césped y al igual que sucede con otros manuscritos de King, no se trata de una novela, sino de un relato corto publicado por la revista Cavalier en 1975 que llevaba por título El hombre cortacésped. La historia cuenta la vida de Harold Parkette, un padre que vive a las afueras de la ciudad y que termina contratando a una empresa para el cuidado de su jardín, un vasto terreno lleno de maleza. El encargado de ser su jardinero es un joven que aparentemente trabaja para el dios griego Pan y cuyo cortacésped mágico parece tener vida propia. Un extraño cuento de 10 páginas que termina con el protagonista sacrificado por la herramienta de jardinería. Sin embargo, la adaptación cinematográfica se terminó pareciendo tan poco a lo que había creado el escritor que este demandó a la distribuidora con el objetivo de que eliminasen su nombre del título y de la campaña de marketing.

Una historia demasiado corta como para mantenerse fiel al relato

Brett Leonard y el guionista Gimel Everett consideraron que el trabajo de Stephen King no era lo suficientemente extenso por lo que se tomaron muchas licencias y libertades en el desarrollo de la historia. Unos cambios propiciados por Allied Vision, la distribuidora que poseía los derechos cinematográficos de la obra y que terminó ensamblando la historia de King y un guion preexistente llamado Cyber God.

‘El cortador del césped’ (New line Pictures)

El resultado es algo extraño y presenta a un hombre simple llamado Jobe Smith, el cual se gana la vida cortando el césped. Un día comienza a someterse a experimentos científicos diseñados para convertirlo en una persona más inteligente, inyectando drogas y conectándolo a una compleja configuración de realidad virtual. Su inteligencia va aumentando desarrollando habilidades sobrenaturales como poder leer la mente y la telequinesis. Unos poderes que comienza a usar para vengarse de aquellos que en algún momento le han hecho daño. La locura de esta versión llega al punto de transformarse en un ser de energía pura que se fusiona con la red.

Stephen King
Stephen King en una foto de Cody Smith (Penguin Random House)

El alejamiento del material es tal, que es más sencillo encontrar los puntos en común que plantear las diferencias con la película. En lo único en lo que se parecen es en la secuencia en la que el protagonista usa su telequinesis para que la cortadora de césped gigante asesine al padre de uno de sus amigos.

Stephen King ganó el caso contra la película

Nada más conseguir una copia del guion en 1991, Stephen King y su abogado comenzaron a ejercer presiones contra Allied y la productora New Line Cinema, con el objetivo de que el proyecto eliminase el nombre del autor del cartel y de los créditos. Pero sin duda, lo que reforzó la demanda del escritor fueron las malas críticas. Unas reseñas que escenificaban que la relación credencial de King con la cinta de Leonard dañaría su reputación artística.

‘El cortador del césped’ (New line Pictures)

A finales de mayo del 92, demandó a new Line para que eliminasen formalmente su nombre del filme, además de solicitar una indemnización por daños y perjuicios en forma de todos los beneficios “atribuibles al uso del nombre de Stephen King”. En aquellos momentos, la película llevaba recaudados unos 30 millones de dólares. No fue hasta un año después cuando el tribunal decidió que se debía eliminar el crédito del creador original, quitando el nombre de su título y pudiendo conservar el crédito de “basado en”. New Line terminó pagando a King 2,5 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.

A pesar de la retribución obtenida en el juicio, la obsesión del autor le llevó a contratar a investigadores privados que fuesen a videoclubs de cinco ciudades diferentes, para ver si New Line Cinema había hecho caso a las demandas de que tampoco podrían utilizar su nombre en el alquiler de VHS. El informe de estos dictaminó que el nombre de Stephen King era claramente visible en el 90% de cintas que revisaron. Un nuevo juicio dictaminó un desacato del estudio y este, tuvo que volver a desembolsar 10.000 dólares, así como un porcentaje de las ganancias del mercado doméstico al escritor.

Lo último en Televisión, cine y series

Últimas noticias