Crítica de ‘Sentimental’, nominación a mejor película en los Premios Goya 2021

Los Premios Goya 2021 lanzaron su lista de nominadas en enero a mejor película y, entre ellas, ‘Sentimental’ ha sido una de las pocas comedias que destacó entre las candidatas a llevarse la estatuilla a casa. La película de Cesc Gay no necesita más que a Javier Cámara, Griselda Siciliani, Belén Cuesta y Alberto San Juan para dejar un relato al estilo del director: el humor más inteligente cargado de emociones puramente humanas. Hoy, 6 de marzo, puede recibir alguna estatuilla en la gala de los Premios Goya 2021 que se celebran en Málaga.

Cesc Gay comenzó su andadura en el celuloide a finales de los 90 y, desde entonces, su técnica narrativa se ha ido limando hasta convertirse en una de las mejor valoradas de nuestra industria. ‘Truman’ fue su cinta más destacada por la que, en 2015, ya recibió la nominación a los Goya como mejor película. Ahora, después de 6 años, en los que el director se centró en su serie para Movistar+, ‘Félix’, y el teatro, el cineasta ha vuelto al séptimo arte para adaptar su propia obra teatral. Una historia sobre una pareja que, en el peor momento de su matrimonio, recibe la visita de los peculiares vecinos de arriba.

La construcción de personajes como recurso para la comedia

La gran mayoría de adaptaciones teatrales al cine tienen la particularidad de las limitaciones espaciales, priorizando la fuerza de los diálogos por encima del resto de elementos. Al igual que sucedió con ‘Perfectos desconocidos’, la cinta parte de un planteamiento en el que una sola cena es más que suficiente como para llevar al extremo a sus personajes. De esta manera, Cesc Gay convierte en virtud la escenografía del teatro a base de un guion mordazmente escrito.

Desde el primer minuto, la interpretación de Javier Cámara, con las palabras de Gay, cimenta un personaje transversalmente marcado por la ironía. Sus expresiones contradicen sus palabras, manteniendo una dinámica en cada frase que otorga una llamativa veracidad a la psicología del protagonista. Un mérito al que se suma Griselda Siciliani, siguiendo su propia línea actoral que, de nuevo en convergencia con el guion, deja claro qué tipo de conflictos envuelven al personaje; un hecho que deriva en la coherencia narrativa en cada acción que se va desarrollando. Ambos han sido nominados a los Premios Goya 2021, recibiendo ese reconocimiento que tanto merecen a lo largo del metraje.

Belén Cuesta y Alberto San Juan son el complemento perfecto a la comedia. Dos personajes que sirven de contrapunto a la pareja protagonista para cuadrar un sólido humor basado en una inteligente ironía. No hay situaciones disparatadas, tampoco el desenfreno de secuencias desternillantes: todo está construido en torno a una comedia tan afilada como la punta de un chuchillo.

Cada loco con su tema

La película no da cuartel al espectador, comenzando con una discusión inocente en la que ya se puede apreciar el trasfondo de un pasado atormentado para ambos personajes. Poco a poco, se siembran pequeños elementos que, más adelante, Cesc Gay recoge en forma de arco de personaje, dejando claro que no hay un solo punto de vista; ni tan siquiera un solo relato.

Al igual que sus personajes, quienes parecen estar hablando cada uno de un tema diferente, ‘Sentimental’ juega con los problemas de la pareja y la sexualidad de manera prodigiosa. No pretende dejar un mensaje claro y conciso, prefiere cuestionar qué es lo que nos hace perder el foco en el ámbito del matrimonio; todo ello envuelto en preguntas directamente lanzadas al espectador sobre temas como el egoísmo, los sueños rotos o la sexualidad. Porque la película no quiere que empatices con él o con ella, busca despertar tu interés sobre las relaciones sentimentales y, para ello, se vale de diversos argumentos que contrastan continuamente en el transcurso del relato.

El tacto de Cesc Gay vuelve a triunfar

Si hay una virtud por la que destaca Cesc Gay y que, indudablemente, es uno de los motivos por los que ha entrado en los Premios Goya 2021, es el tacto para entrecruzar la comedia y el drama. En ‘Truman’ denotó una soberbia maestría para que sus ingeniosos diálogos sacaran las carcajadas de un espectador que, con la guardia baja, tendría que afrontar minutos después un drama de lo más abrumador.

Cesc Gay vuelve a jugar con este estilo de narrativa en su guion. El ritmo creado con la dinámica de la historia está perfectamente medido, sabiendo dónde están los límites de su propio humor y su lado más lacrimógeno; dejando unos personajes abiertos en canal llegados al final de la cinta. Un camino cuidado con una gran delicadeza que responde directamente a las tendencias cinematográficas del director.

Los Premios Goya 2021 son una nueva evidencia de la repercusión que se lleva Cesc Gay tras cada película, habiéndose convertido en un claro referente del cine español de los últimos años. Un cineasta con una carrera de fondo lo suficientemente sólida como para celebrar cada estreno que nos vaya regalando en los años venideros.