Spectacles, ¿el gran fracaso de Snapchat?

Snapchat Spectacles
Las gafas Snapchat Spectacles tienen un precio de 150 euros

Quizá recuerdes que hace unos meses llegaban a nuestro mercado las gafas Spectacles de Snap, la compañía creadora de Snapchat y que se supone iban a ser uno de los gadgets más vendidos de la temporada. Pues bien, si no lo recuerdas nadie puede culparte porque parece que las gafas de Snap han sido un rotundo fracaso (esperado por muchos, todo hay que decirlo) y la compañía que fabrica el producto en China tiene cientos de miles de unidades almacenadas que no parece tengan buena salida ya en el mercado.

Según explica The Verge, el presidente de Snap, Evan Spiegel, decía haber vendido más de 150.000 unidades, lo que se dice ha llevado a la compañía a encargar una gran producción que ahora no tiene visos de llegar a venderse. Como quizá recuerdes, las gafas de Snap cuestan unos 150 euros, tienen una pequeña cámara en una de las patillas y son capaces de tomar fotos y pequeños clips de vídeo para compartir en tus redes sociales, es decir lo mismo que ya haces con tu smartphone aunque con una calidad más limitada.

Snapchat Spectacles

Por suerte para Snap, al menos una parte de toda esta producción no vendida está en forma de productos sin ensamblar, lo que significa que podría aprovecharse para un producto distinto o para venderse a otra empresa que pueda reciclar los componentes. Según la información, Snap tiene un equipo de desarrollo de hardware de unas 150 personas (lo que sin duda parece un número elevado para un dispositivo sencillo como son las gafas Spectacles), y se dice que esta división estaba desarrollando también otros dispositivos como un dron que ha sido cancelado y se habla también de unas gafas de realidad aumentada.

Snapchat Spectacles

Ambos ejemplos hacen pensar que la compañía quizá no tiene muy claro qué hacer con esta división de hardware, a pesar de que su presidente está convencido de que este hardware va a ocupar un papel muy importante en un futuro próximo par Snap. De momento, lo que parece demostrar es que la empresa no es muy capaz de gestionar correctamente la demanda y la producción de sus productos.

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