El nuevo iMac de Apple: experiencia tras 1 mes de uso
Llegaba el momento de adquirir un ordenador de sobremesa. Trabajar con un portátil no es una mala idea, pero hay momentos en los que necesitas más. El iMac 2021 iba a ser la opción elegida por muchos factores: incorporar a. mi ecosistema Mac un dispositivo ágil, cómodo y que ha tenido una excelente acogida. Y esta es mi experiencia tras 1 meses de uso.
iMac 2021, el dispositivo que vuelve a cambiarlo todo
La primera sensación cuando desembalas el ordenador es la de saber que Apple no da puntada sin hilo. Todo bien colocado y listo para enchufar y echar a correr. Llama la atención los ligero que es, solo 4,5 kg, y su espesor es de 1,15 cm. Es tan fino que la entrada para los auriculares ha debido de ponerse en un canto, ya que se se ponía en la delantera el propio conector macho atravesaría la pantalla.
El equipo cuenta con unos marcos delgados, algo más generosos en la parte de abajo. En este sentido hay división de opiniones, para algunos es un horror y a otros les da igual. En mi caso formo parte del segundo grupo. Además, no son fruto de la casualidad, esconde diversos componentes como los ventiladores, es decir, ese marco ha de estar sí o sí.
El color elegido ha sido el plata, neutro y del cuál no te puedes cansar, si bien el azul es realmente bonito. En cuanto a la configuración, la básica. Es decir, 256 GB de memoria SSD, 8 GB de memoria RAM, el tan alabado chip M1 de Apple, CPU de 8 núcleos y GPU de 7 núcleos. Como entradas, 2 puertos Thunderbolt. Y como no podía ser de otra forma, el Magic Keyboard y el Magic Mouse.
Configuración y puesta en marcha
Apple tiene la virtud de hacerlo todo muy sencillo. Enciendes el equipo y solo quedan unos pasos para que puedas echar a correr. En mi caso, decidí pasar con el Asistente de Migración todo el contenido del MacBook Pro al nuevo iMac. La operación llevó unos 20 minutos, pero al final de la misma es una gozada ver que todo esta en su sitio, sin complicaciones.
Manos a la obra
Tras tener todo el equipo configurado, llaman la atención 2 cosas, la calidad de la pantalla y el silencio. Apple ha echado el resto con su panel, ofreciendo una calidad difícil de superar en un ordenador de sobremesa. Nada menos que 500 nits de brillo y resolución 4,5K. Por si fuera poco, el sistema True Tone hace que el brillo se ajuste dependiendo de la luz ambiental.
Un aspecto que llama la atención es que la webcam tiene ya resolución 1080, por lo que las videollamadas son nítidas. Tus compañeros de videoconferencia lo notan al instante, y se ha introducido un amplio campo de visión. Lo que antes era un simple recuadro, ahora es casi gran angular. Llama poderosamente la atención que en las videollamadas se te escucha perfectamente, Apple ha incorporado una tecnología gracias a la cual se aíslan todos los sonidos ambientales, para que tu voz sea lo que se oye. Los tres micrófonos con los que cuenta el equipo hacen su trabajo a la perfección.
El sonido es muy bueno, el equipo cuenta con 6 altavoces que proporcionan una grata experiencia. Así que oír alguna lista de reproducción de Spotify o ver una película de Netflix es un lujo.
Poco se puede decir del rendimiento del chip M1 que Apple comenzó a incorporar a partir del año pasado. Excelente, no hay más. De hecho, en el mes que llevo utilizando el ordenador no ha habido ningún atisbo de cuelgue, pantalla congelada o similar. Poniéndolo a prueba, en tareas de renderizado, edición de vídeo a 4K o simplemente dictándole un texto, el equipo no se inmuta. Si los ventiladores se han puesto en marcha, algo que no dudo, no se han escuchado.
El rendimiento es excelente, el sistema operativo es manejado la perfección. Se espera con ansia cómo será la nueva vuelta de tuerca que se le va a dar al actual, y que lleva por nombre macOS Monterey. Pero eso será a partir de septiembre. De momento, tanto hardware como software forman un equipo que trabaja a toda máquina.
Lo único que no me gusta es una tontería
Tras un mes de uso y estar totalmente satisfecho con el rendimiento del equipo, hay una cosa que no me termina de gustar. Quizás sea una nimiedad, pero probablemente no sea el único usuario al que le pasa.
El Magic keyboard cuenta con una tecla de bloqueo, al pulsarla, se cierra todo lo que estás haciendo y el ordenador se queda en la pantalla de inicio, en la cual debes introducir la contraseña.
Cuando escribes bastante rápido, es habitual que sin querer pulses esa tecla, con lo que has de volver a introducir la contraseña para recuperarla. No es que me ocurre demasiadas veces, y reconozco que soy un poco torpe a la hora de escribir, pero Apple podría haber pensado algún tipo de solución diferente.
Por lo demás, se nota que la compañía ha hecho un trabajo excelente y ha conseguido dar con un equipo muy bien equilibrado, que funciona a la perfección y que hace todo lo que promete. No hay ningún pero a su propuesta
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