Cómo limpiar tu portátil por dentro y por fuera sin dañarlo


Mantener el ordenador en buen estado no es solo cuestión de instalar actualizaciones, parches y evitar malware. El polvo, la grasa, restos de comida y la suciedad que se acumulan con el tiempo afectan directamente a su rendimiento, provocando sobrecalentamientos o incluso fallos prematuros. Por eso, aprender a limpiar el portátil de forma segura es una tarea que conviene incluir en tu rutina tecnológica.
Prepara el kit de limpieza correcto, no todo vale
Antes de empezar, olvídate de productos de limpieza domésticos o alcohol de botiquín. Necesitarás un paño de microfibra, alcohol isopropílico (mínimo al 70%), aire comprimido, bastoncillos de algodón, un destornillador si vas a abrirlo y guantes de látex para evitar electricidad estática. El alcohol isopropílico es la clave, se evapora rápido, no deja residuos y no contiene agua, a diferencia del alcohol común, que puede provocar corrosión en los circuitos.
Exterior impecable sin rayones
Lo primero, apaga el portátil, desconéctalo de la corriente y retira cualquier accesorio. Humedece ligeramente el paño con alcohol isopropílico y limpia la carcasa, teclado y pantalla de manera suave. Para las teclas, un pincel fino o el aire comprimido eliminarán restos de polvo y migas. Así, no solo mejorará su aspecto, sino también la higiene al evitar la acumulación de bacterias. Esto es clave si sueles comer mientras usas el dispositivo.
El interior, donde se gana o en refrigeración
Si te atreves a abrirlo, hazlo en una superficie limpia y con el equipo apagado y sin batería si es extraíble. Retira la tapa inferior con cuidado y usa aire comprimido para limpiar ventiladores y ranuras de ventilación. Nunca soples con la boca, ya que la humedad puede ser letal para la placa base. Para zonas pequeñas, bastoncillos con alcohol isopropílico y mano firme son la mejor opción. Esto va a mejorar la circulación de aire y reducirá el ruido de los ventiladores.
Cada cuánto deberías limpiar tu portátil
No hay una única regla, pero si lo usas en entornos con mucho polvo o lo transportas a menudo, limpia el exterior semanalmente y el interior cada seis meses. Si trabajas en un lugar más limpio, bastará con una limpieza interna al año. En todo caso, es interesante echar un vistazo a este estudio, en inglés, sobre los microbios que se acumulan en nuestros ordenadores y móviles.
Más rendimiento, menos problemas
Un portátil limpio ventila mejor, dura más y ofrece una experiencia de uso más agradable. Además, evitarás que el calor excesivo reduzca el rendimiento o acorte la vida de sus componentes. Y es que dedicar unos minutos a limpiar el portátil es una inversión en estabilidad, estética y comodidad.