El ingrediente secreto de las abuelas finlandesas para que las albóndigas queden siempre jugosísimas
Toma nota del ingrediente secreto de las abuelas finlandesas para que las albóndigas queden jugosas
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Las abuelas finlandesas usan un ingrediente secreto para que las albóndigas queden siempre jugosísimas, de tal forma que conseguiremos empezar a crear algunos detalles que serán esenciales. Es importante crear esas recetas que pueden darnos un plus de buenas sensaciones que pueden acabar siendo lo que nos marcará muy de cerca. Las recetas tradicionales pueden acabar siendo lo que nos acompañará en estos días en los que tenemos más tiempo para cocinar y disfrutar.
Sin duda alguna, hay una receta que siempre triunfa y que deberemos empezar a tener en consideración. Un buen básico que, sin duda alguna, puede acabar siendo lo que nos acompañándonos en estos días que hasta la fecha no sabíamos. Es importante descubrir un plus de buenas sensaciones en este tipo de receta tradicional que no deja de sorprendernos. Lo mejor de este tipo de recetas es que podemos congelar estas albóndigas que estarán siempre preparadas para la acción, con una mezcla de ingredientes que, sin duda alguna, pueden acabar siendo las que nos marcarán de cerca. Hay un truco secreto para crear las mejores albóndigas posibles en un abrir y cerrar de ojos.
Este es el ingrediente secreto de las abuelas finlandesas
Las albóndigas se han convertido en un básico incombustible que no podemos dejar escapar. Es un buen básico que, sin duda alguna, ha acabado siendo una realidad, en estas jornadas en las que parecerá que cada ingrediente cuenta, podemos apostar por un básico tradicional.
Este tipo de recetas pueden acabar siendo los que nos acompañarán en unos días en los que todo puede ser posible. Unas buenas albóndigas no son simplemente una mezcla de carne, sino que debemos aplicar algunos elementos que llegarán sin avisar y que pueden acabar siendo claves.
Esta carne que podemos introducir en esta mezcla de sabores que dará lugar a las mejores albóndigas posibles, necesita un extra de buenas sensaciones que puede llegar con un ingrediente secreto que usan las abuelas y que puede acabar siendo el que nos acompañará en estos días.
Las abuelas finlandesas son las expertas que conocen la importancia de conseguir que las albóndigas queden jugositas, justo lo que necesitamos para disfrutarlas, más allá de una carne que puede acabar siendo esencial. Un buen básico que puede convertirse en la mejor opción posible para estos días que tenemos por delante.
Las albóndigas quedarán más jugositas
Más jugositas quedarán las albóndigas con la ayuda de una serie de detalles que pueden acabar siendo los que nos marcarán de cerca. Con ciertos elementos que, sin duda alguna, acabará siendo lo que nos afectará de lleno, en estos días en los que realmente todo puede ser posible.
El truco consiste en añadir 100 ml de agua con gas por cada 500 gramos de carne picada, sin olvidarnos de la miga de pan mojada con leche. Por lo que, habrá llegado el momento de apostar claramente lo que está por llegar en estos días en los que todo puede ser posible.
Ingredientes:
- 500 g de carne picada mixta (mitad cerdo, mitad ternera)
- 1 huevo
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla grande
- 1 zanahoria
- 1 rebanada de pan duro
- 100 ml de leche
- 3 cucharadas de harina
- 200 ml de caldo de carne o pollo
- 100 ml de vino blanco
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Perejil fresco
- Sal y pimienta
Preparación:
- La mezcla de carne.
- En un bol grande pon la carne picada, un diente de ajo muy picadito, el huevo, la miga de pan remojada en leche y salpimentar al gusto. Mézclalo con las manos, como se ha hecho toda la vida. Si la mezcla queda muy blanda, un poco de pan rallado arregla el asunto. Puedes usar carne de pollo en lugar de ternera.
- Dar forma.
- Haz bolitas del tamaño de una nuez, pásalas ligeramente por harina y quítales el exceso.
- Marcarlas en la sartén.
- Con un poco de aceite bien caliente, fríelas hasta que cojan un color doradito. No hace falta que se cocinen por dentro: después terminarán en la salsa. Sácalas y resérvalas.
- La salsa, el alma del plato.
- En esa misma sartén añade la cebolla picada, la zanahoria en rodajitas y el otro ajo. Deja que se sofría despacio, hasta que la cebolla quede transparente. Agrega el vino blanco, deja que evapore y luego incorpora el caldo. Si quieres, puedes triturar esta base para que quede más fina, o dejarla tal cual, con sus trocitos.
- Juntar todo.
- Devuelve las albóndigas a la sartén, báñalas con la salsa y deja que cuezan unos 15 minutos a fuego suave. Al final, espolvorea perejil fresco.
- Listas para la mesa.
- Sirve las albóndigas calientes, con arroz, patatas fritas o simplemente con un buen pan para mojar, porque la salsa lo pide a gritos.
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