Automoción Motor

Fue el coche de los españoles en la posguerra: si lo vieran nuestros hijos creerían que es un juguete navideño

Coche favorito de los españoles en la posguerra, coches españoles en el siglo XX, vehículos del franquismo, coche español en la posguerra, coche biscuter, coches españoles franquismo.
Biscúter. Foto: HarryPot/Anefo.

Cuando hablamos del franquismo, el primer coche que se nos viene a la mente es el SEAT 600. Sin embargo, en la posguerra ya hubo un vehículo español famoso. Quizás los coches low cost ahora son conocidos por su estética, pero este era especial por lo feo que resultaba.

Antes de que el SEAT 600 se convirtiera en el símbolo del desarrollismo, el único coche que se podían permitir las clases populares en la España de la posguerra era el Biscúter.

Era pequeño, austero hasta el extremo, y hoy los niños lo confundirían con un juguete de Navidad. No obstante, con el tiempo se ha convertido en una pieza de coleccionista, y ayudó a muchas familias a dejar atrás la bicicleta.

El coche que marcó a la España de la posguerra antes del SEAT 600

Tras la Guerra Civil, España vivía uno de los periodos más duros del siglo XX. La escasez de materias primas, el aislamiento internacional y una economía devastada obligaron a buscar soluciones imaginativas para algo tan básico como desplazarse.

En ese contexto nacieron los microcoches, una alternativa más segura que la motocicleta y mucho más barata que cualquier turismo convencional. En ese contexto el Biscúter cobró sentido.

Comenzó a fabricarse en 1953 por la empresa Autonacional S. A., en Cataluña, bajo licencia del ingeniero aeronáutico francés Gabriel Voisin. En Francia el proyecto había fracasado, pero en la España de posguerra encajó a la perfección.

Su nombre original era Serie 100, aunque pronto fue apodado como la zapatilla por su peculiar silueta. Eso sí, en la calle optaron por motes más maliciosos. Se le conocía como el sin-sin: sin dinero para comprar un coche de verdad y sin valor para ir en moto.

El diseño extremo del coche que triunfó en la España de la posguerra

El Biscúter era el ejemplo perfecto de la movilidad llevada a su mínima expresión. Estaba equipado con un motor Hispano Villiers monocilíndrico de dos tiempos, con sólo 197 centímetros cúbicos y 9 CV de potencia.

La tracción era delantera y se realizaba únicamente sobre la rueda derecha. No tenía puertas, ni ventanas, ni en sus primeras versiones marcha atrás. Durante el tiempo que se fabricó, casi no tuvo actualizaciones.

Pesaba tan poco que podía moverse a mano, levantando la parte trasera para maniobrar. El arranque se hacía mediante un tirador y el sistema de frenado era tan peculiar como el resto del coche, con un esquema de tres puntos poco habitual.

Uno de sus rasgos más avanzados era la carrocería de aluminio, un material que se reutilizaba de restos de aviones desguazados tras la guerra. Más adelante, cuando el aluminio empezó a escasear, se recurrió al acero.

Por qué el Biscúter desapareció de las carreteras españolas

Durante varios años, el Biscúter vivió su época dorada. La red de concesionarios se extendió por toda España y su producción en serie permitió que destacara frente a otros microcoches fabricados de forma casi artesanal.

Todo cambió a finales de los años cincuenta. En 1957, SEAT comenzó a fabricar el SEAT 600, un coche pequeño pero mucho más completo, a un precio competitivo y con el respaldo del Estado.

Con el progresivo aumento del poder adquisitivo en la España del desarrollismo, el Biscúter quedó rápidamente obsoleto. Se fabricó hasta 1960, pero la retirada del suministro de aluminio terminó de sentenciar al modelo.

Lo más visto

Últimas noticias