Bluesky: ¿Un nuevo cielo o las mismas nubes tóxicas?
Ahora que la plataforma Bluesky está en plena ebullición, recordé que tenía una cuenta activa allí y a la que no le hacía mucho caso. Ayer me decidí a entrar y, efectivamente, comprobé cómo alguna de las cuentas que veía en X aparecían también en ese lugar. Pero hoy ya me he quedado con una sensación algo diferente, y no ha sido precisamente algo demasiado agradable.
El despertar de una cuenta dormida
Durante meses, mi cuenta en Bluesky permaneció inactiva. La veía como una opción más en el mundo de las redes sociales. Ahora que se está volviendo de mucha actualidad, he vuelto a dar una vuelta y ver como afortunadamente ya hay mucho contenido en castellano. Es cierto, me recuerda mucho al Twitter de hace 10 años o más. Ayer domingo pude comprobar que había algo que no me comenzaba a gustar y ahora, he visto que el panorama es el mismo.
Un déjà vu nada halagüeño
Reconozco que la sensación ha sido bastante desazonadora. Y es que para mi sorpresa y decepción, muchas de las cuentas que había bloqueado en X por su contenido tóxico y su constante politización del discurso, están ahora presentes en Bluesky. Y lo que es peor, replicando exactamente el mismo comportamiento que había hecho de X un lugar tan desagradable.
La toxicidad migra con los usuarios
Es como si la toxicidad fuera un equipaje que estos usuarios no pudieramos dejar atrás. Los mismos argumentos incendiarios, las mismas tácticas de polarización, el mismo afán por convertir cada conversación en un campo de batalla político. Todo ello estaba empezando a contaminar el feed de Bluesky, amenazando con convertirlo en un clon de lo peor de X.
Esta experiencia me llevado a cuestionar si es realmente posible escapar de la polarización y la toxicidad en las redes sociales. ¿Es un problema de las plataformas o de los usuarios? ¿Puede una red social mantenerse neutral cuando sus usuarios traen consigo sus batallas ideológicas? ¿Puede que Elon Musk no sea tan culpable y tan demonio nos lo están pintando?
Lo que tiene por delante Bluesky
Bluesky se enfrenta ahora a un importantes reto. ¿Podrá mantener su promesa de ser un espacio digital más saludable? ¿Logrará implementar mecanismos de moderación efectivos que frenen la propagación de contenido tóxico sin caer en la censura? La respuesta a estas preguntas determinará si Bluesky puede realmente ofrecer una alternativa a largo plazo o si simplemente se convertirá en otro campo de batalla digital.
La responsabilidad compartida
Mi experiencia me ha enseñado que la calidad de una red social no depende solo de su diseño o sus políticas, sino también de cómo decidimos usarla. Como usuarios, tenemos la responsabilidad de crear el tipo de ambiente digital en el que queremos participar. Quizás, en lugar de buscar constantemente nuevas plataformas, deberíamos reflexionar sobre cómo podemos contribuir a hacer de cualquier espacio digital un lugar más constructivo y menos tóxico.
Mientras tanto, seguiré observando cómo evoluciona Bluesky, con la esperanza de que pueda resistir la ola de toxicidad y mantenerse fiel a su visión original. Solo el tiempo dirá si este nuevo cielo logrará mantenerse azul o si se nublará con las mismas tormentas que hemos visto en otras plataformas.
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