CRIMEN DE LARDERO

Un testigo en el juicio de Lardero: «Mi hija llegó y me dijo, ‘Papá, un señor se ha llevado a Álex’»

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Tras la declaración del presunto asesino de Lardero durante la apertura del juicio oral, es el turno de los testigos que van desmontando una por una las mentiras del acusado.

Hoy ha sido el turno de Rodrigo, el dueño del merendero donde las familias se habían congregado para celebrar la noche de «Halloween» el 28 de octubre de 2021. Rodrigo, llegó a ver a Almeida sentado en un banco en penumbra en el parque, frente al merendero, pero no pudo anticipar lo que iba a suceder minutos después.

Fue su hija de 4 años la que llegó a la carrera al merendero y dio la voz de alarma, «Mi hija llegó corriendo y me dijo, Papá, Papá, un señor se ha llevado a Álex». Eran las 20:20 horas aproximadamente, la reacción no se hizo esperar, ha contado el testigo: «En ese momento salimos a la carrera y ya no vimos a nadie, ni a Álex, ni nada, y me giré y le pregunté a mi hija ¿Dónde está Álex? y me dijo un señor se lo ha llevado por allí y me dijo que se lo llevó agarrado de la pechera». El dueño y los demás fueron a la carrera hacia el edificio al que señalaba la pequeña, llamaron a los telefonillos, buscaron a Álex y ante el fracaso de la búsqueda llamaron a la Guardia Civil y a la Policía Local.

La preocupación era máxima entre los padres ya que habían escuchado que un presunto pederasta merodeaba por la zona: «En el barrio se había hablado del asunto, que había un sujeto mayor que intentaba llevarse a los niños diciéndoles que tenía unos pájaros muy bonitos en su casa, de hecho mi hija me dijo que lo había intentado con ella unos minutos antes y ella le dijo que no».

El testigo cree recordar que entre la alerta de su hija y el momento en el que los policías locales encontraron a Álex pasaron 30 o 40 minutos. Los agentes también han testificado durante esta segunda jornada del juicio y sus testimonios han tirado por tierra parte de los argumentos del acusado.

Los policías, preguntando a los niños, dieron con el edificio donde vivía el asesino, subieron hasta el quinto piso y se toparon de bruces con Almeida cuando huía con el niño en brazos. Un agente le arrancó a Álex de los brazos y corrió con el niño a prestarle los primeros auxilios, en vano, porque Álex ya estaba muerto. Almeida abusó del niño y lo estranguló hasta matarlo, aunque en el juicio sostiene que el pequeño se había desmayado y él solo intentaba llevarlo al hospital.

Los policías tampoco apreciaron que Almeida estuviera bajo los efectos del alcohol, ni olía a Alcohol ni se mostraba borracho. «Estaba muy tranquilo, mientras intentábamos reanimar al pequeño», han asegurado los policías igual que ayer lo hicieron los guardias civiles que intervinieron. Almeida, en su declaración, mantiene que ese día se había bebido más de «cinco litronas de cerveza» y que no recuerda nada de lo ocurrido después de abusar del menor.

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