Encuentran muerto a Alfredo ‘El Gorila’, el sospechoso de asesinar al portero de su edificio en Madrid
El asesino del portero de su edificio se duchó junto al cadáver de su víctima antes de huir
Hallan muerto a Alfredo El Gorila. La Policía le buscaba por haber asesinado al portero de su edificio en Madrid en la tarde del pasado martes 10 de octubre. Tras matar a la víctima, la dejó en el pasillo de su vivienda mientras él se duchaba y se cambiaba la ropa ensangrentada. Luego salió del edificio, apagó la luz del portal y colocó la silla del portero para simular que la víctima había acabado su jornada. Salió a la calle, se compró unas cervezas y se esfumó.
Este es un vídeo que otra vecina le grabó el pasado 30 de septiembre. Alfredo, violento, de vida desordenada y con problemas con el juego, solía pedir comida y dinero a sus vecinos y al portero asesinado, Esteban. De hecho, se cree que ese es el móvil del crimen.
La vecina le grabó porque también temía que le fuera a hacer algo. En la secuencia, la mujer le da alimentos a Alfredo, pero éste termina rechazándolos. Ella puede contarlo; Esteban, de 68 años, no. Murió acuchillado dentro del piso de Alfredo.
Los hechos tuvieron lugar la tarde del martes. Esteban desapareció a las 18:00 horas. Su hijo, también vecino del edificio, le esperaba para bañar al nieto. Tras esperar un par de horas, comenzaron a buscar sin tregua a Esteban, pero el portero no contestaba a su móvil.
A las 21:00 horas, el hijo de la víctima acudió a comisaría para denunciar la desaparición de su padre. A las 23:45 se formalizó la denuncia y la Policía comenzó a trabajar.
Al día siguiente, miércoles, a las 11 de la mañana, el hijo de la víctima consiguió contactar con el administrador de la finca y le pidió las imágenes de las cámaras de seguridad del interior del edificio. Quedó espantado por lo que vio. La última imagen con vida de Esteban es el momento en que, sobre las 18:00 horas del martes, entra en la casa de Alberto, el vecino conflictivo del primer piso. Nunca se le vio salir. El que sí sale del piso, treinta minutos después, es Alberto. Lleva el pelo de la barba húmedo, se acaba de duchar o asear. También portaba una mochila en la que presumiblemente lleva la ropa ensangrentada que vestía en el momento del crimen.
El hijo de Esteban informó rápidamente a la Policía del contenido de las imágenes. Los investigadores, junto al hijo de la víctima, revisaron todas las viviendas del inmueble menos la de Alfredo, que no abría la puerta.
Los agentes pidieron una orden de entrada y registro, y a las 11:00 horas del jueves, los bomberos entraron por el balcón en la casa de Alfredo. Allí, en el pasillo, encontraron a Esteban boca abajo y con una herida mortal de arma blanca en el cuello.
La familia de Esteban se lamenta amargamente de la tardanza en entrar en la vivienda del sospechoso de asesinar al portero en Madrid. Nunca sabrán si su padre podría haberse salvado.
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