Crimen de la etiqueta

Crimen de la etiqueta: detenida la décima implicada en el homicidio del empresario colombiano

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Una de las detenidas.
Luis Miguel Montero

El crimen de un empresario colombiano para robar su caja fuerte en el madrileño barrio de Vallecas ha provocado una nueva detención, la de una mujer identificada como María José B.G., que casualmente se encontraba ya interna en la prisión de Madrid I por otro homicidio cometido con anterioridad. En este caso, la mujer, una ex empleada de Freddy Mauricio P., propietario de una inmobiliaria y asesinado en noviembre de 2021, habría sido la que hizo posible que la víctima le abriese la puerta de su domicilio, posibilitando que otros dos hombres entrasen y le asesinasen tras torturarlo para lograr la combinación de la caja fuerte. El suceso fue bautizado como el crimen de la etiqueta.

El 2 de diciembre de 2021 la Policía Nacional pedía la colaboración ciudadana para resolver un crimen ocurrido el 27 de noviembre de 2021 en la calle Sierra Toledana, de Madrid, y mostraba en redes una etiqueta de un comercio chino en la que figuraba un precio, 1,80 y en la que se podía leer «super bazar».  Entre todas las llamadas y mensajes recibidos días después el Grupo V de Homicidios de Policía Nacional de Madrid destacó una llamada que aseguraba que el comercio chino estaba en Parla. Tras ver las cámaras los agentes reconocieron a una persona y siguieron la pista. Un año después habían detenido a nueve personas en el marco de la operación cerrojo.

Los investigadores concluyeron que los inductores fueron una sobrina del fallecido y su marido, que sabían que el muerto guardaba 40.000 euros en una caja fuerte.  Una etiqueta de 1,80 euros encontrada en el suelo que correspondía al precio de un juego de bridas comprado en un bazar chino de Parla, fue la pista que siguieron los agentes para llegar a las detenciones. Pero algo no quedaba claro. Tras las declaraciones de la familia que decían que el asesinado era muy desconfiado y no abría la puerta a nadie que no conociera algo no cuadraba, puesto que la puerta no había sido forzada. Freddy había abierto porque conocía a quien había pulsado el timbre y estaba al otro lado de la mirilla.

Tras detener a los presuntos autores materiales, dos personas y un tercer cómplice, la Policía fue tirando del hilo hasta llegar a intermediarios y supuestos inductores del crimen, la sobrina del fallecido y su marido. Pero ambos tenían coartada el día del suceso y no se encontraban ni siquiera cerca del domicilio de la víctima.

Pero en julio de 2022 tras una nueva ronda de detenciones los agentes de homicidios y uno de los detenidos Porfirio N.V. dijo que «sólo fui allí (casa del asesinado) a llevar a la mujer, no la conocía de nada, la recogí en Torrejón de Ardoz, en una tienda de estética (…). Me dijeron que la recogiera y que la llevara a Vallecas, una mujer española, rubia, de unos 45 años (…) me dijo en el camino que conocía a la víctima y que quería recoger del domicilio cosas que él tenía suyas y de paso robarle, porque tenía buena información de que había dinero (…). Dos días antes nos marcó el domicilio donde tenía que llevarla (…)».

Uno de los supuestos autores materiales del crimen, Alexandre B. F., también habló ante la Policía: «Subimos Vladi y yo y la mujer rubia española que era la que conocía al hombre de dentro, ella tenía que abrirnos la puerta porque él la conocía y era la que tenía información, todo se lo habían dicho la sobrina y el marido de la sobrina del muerto, ya que ellos no lo aguantaban porque los había metido presos por un tema de dinero que traían desde el extranjero».

En el atestado realizado por la Policía tras la detención de María José se recoge que María José, Alejandra (sobrina del fallecido) y Luis Edward (esposo de Alejandra) «mantenían una relación de confianza» y que se habrían conocido en la agencia inmobiliaria que regentaba el fallecido, ya que María José «trabajó durante un tiempo en la inmobiliaria de Freddy Mauricio P.E.».

La última detenida acudió a una reunión, relatada por otro implicado llamado Cipriano, donde «propone darle una paliza a un latino, manifestando ésta que le querían dar un susto por haber metido en la cárcel a los primos (sobrinos en realidad) de la víctima». Con todos estos datos, el 1 de julio de 2022 la mujer era detenida en el Centro Penitenciario Madrid I (Alcalá de Henares) donde se encontraba interna la mujer por los presuntos delitos de Homicidio, Robo con violencia e Intimidación, Detención Ilegal y pertenencia a Grupo Criminal. La mujer ya tenía tres detenciones anteriores, una por homicidio en marzo de 2022 por lo que estaba en prisión preventiva decretada por un juzgado.

Muerte de Freddy

El día 28 de noviembre de 2021 la madre de Freddy Mauricio P.E. llamó a Emergencias porque no localizaba a su hijo. Intentaba entrar en su casa, pero no podía porque una cadena puesta por dentro se lo impedía. El 112 llamó a los bomberos que se personaron en el domicilio y comprobaron que estaba cerrado con una cadena de seguridad que solo podían haber puesto desde dentro del salón. La cerradura no estaba forzada. Cuando cortaron la cadena se encontraron a Freddy en el suelo, semidesnudo y atado con una brida. Llevaba muerto al menos un día. La madre tuvo que ser atendida de un ataque de ansiedad por la ambulancia del Summa.

La Policía concluyó tras la autopsia que la víctima había sido maniatada con bridas, cinta americana y sufrido torturas antes de morir, y que el fallecimiento se había producido unas 30 horas antes de ser encontrado. También vieron que había un hueco en el salón, como el que ocupa una caja fuerte, que había sido arrancada. Así que barajaron la hipótesis del robo como primer móvil. Las cámaras de seguridad de un local cercano demostraron que tres hombres habían estado cerca del domicilio aquel día. La Policía logró atar cabos y demostró que el hombre tras sufrir torturas había logrado incorporarse y antes de morir había puesto la cadena por dentro, en un intento de evitar que sus captores regresaran al domicilio.

Las diligencias comenzaron a llevarse por el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, fueron declaradas secretas, y a finales de mayo de 2022 la Policía Nacional tenía bastante cercados a dos de los autores. El 4 de junio de 2022 detuvieron en primer lugar a dos personas, Nicolás F.R., dominicano de madre española, y Porfirio N.V., también dominicano y padre de tres hijos, como dos de los autores materiales del asesinato.

Tras el registro de sus domicilios, en el mismo número de la calle Santiago Ferrer de Azuqueca de Henares y las evidencias recogidas en el lugar, como la caja fuerte reventada, una pequeña cantidad de droga y un arma de aire comprimido, la juez decretó su ingreso en prisión provisional. Pero faltaba por encontrar un tercer autor y los policías supieron que había huido a Barcelona, aunque residía en la zona de Cuatro Caminos, en Madrid.

El tercero fue Alexandre B. F., considerado autor material de la muerte de Freddy Mauricio, politoxicómano  y dominicano. Detenido el 14 de junio tras regresar a Madrid. Al mismo tiempo la Policía detuvo a María Alejandra P.P, sobrina del fallecido y su marido Luis Edward M.G., como autora intelectual del asesinato. Ambos habrían contactado con un tercero para encargarle el robo en el domicilio de Vallecas y les habrían proporcionado las llaves con las que entrar. En un principio se cree que los que entraron en la casa fueron Alexandre y Porfirio, que cuando no pudieron abrir la caja fuerte porque el muerto se negó a darles la clave llamaron a Nicolás F.R. Los tres son de nacionalidad dominicana y usaron grandes cuchillos de cocina para desanclar la caja fuerte de la pared.

En la misma operación fueron detenidos Cipriano E.C. de origen guineano y que habría actuado de enlace entre la sobrina del muerto y los autores materiales. El mismo día también fue detenido Davin Vladimir R.D. e Yves Desire M.B. también de origen guineano. Todos ingresaron en prisión, en total son siete hombres y dos mujeres. A seis de ellos se les imputa un delito delito de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, mientras que los otros tres arrestados como presuntos responsables de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal. Ahora con la detención de María José se eleva a diez los implicados y detenidos en la Operación Pessulum (cerrojo).

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