El asesino de Juana Canal vuelve al juzgado después de declarar: «Yo nunca quise hacerle nada»

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Ángel Moya

Hoy, Jesús Pradales recorrerá la distancia entre el centro penitenciario segoviano de Torredondo y el juzgado de instrucción número 21 de Madrid para participar en la comparecencia en la que se ratificará su prisión provisional como presunto asesino de Juana Canal. Además de cumplir con otros supuestos de la Ley para mantener al presunto asesino en prisión, otro de los motivos es el de impedir la destrucción de pruebas, ya que aún no se han hallado algunas partes del cadáver de Juana.

Las diligencias están en mano del juzgado 21 de Madrid porque fue el primero que tuvo conocimiento de la desaparición de Juana Canal el 23 de febrero del año 2003 cuando convivía con Jesús Pradales en un piso de Madrid. Entonces la investigación no prosperó pero el caso se reactivó en 2019 después de que un excursionista hallara varios restos óseos de Juana Canal en un paraje de Ávila, muy cerca de la casa familiar del que fue su ex pareja.

Tras la investigación de la UDEV central de la Policía Nacional, Jesús Pradales fue detenido el pasado mes de octubre de 2022. En cuestión de horas terminó confesando el crimen a los especialistas de homicidios y más tarde en sede judicial. Ahora, el caso vuelve al juzgado que hace casi veinte años investigó la desaparición de Juana. Se espera que simplemente se le traslade la ratificación de prisión provisional sin que tome la palabra Jesús,  ya que  confesó detalladamente los hechos hace poco más de un mes.

Entonces, como pueden ver el el vídeo de su declaración que acompaña a esta información, Jesús Pradales confesó un relato propio de un homicidio accidental y por lo tanto con una pena sensiblemente inferior a un asesinato. Jesús asegura que esa noche la pareja discutió por un teléfono móvil en su domicilio de Madrid, Juana se abalanzó sobre él para agredirle y él, para quitársela de encima, extendió el brazo dándole a la mujer un golpe en el cuello con el canto de la mano que la mató en el acto.

Ya no sé podrá saber si Juana murió de esa forma, Jesús insiste en que fue accidental «si yo la quería» insistió en varias ocasiones entre sollozos. Lo cierto es que después intentó bajar a cuestas a Juana Canal hasta el portal fingiendo que estaba bebida. Como no pudo con tanto peso, Jesús metió el cadáver de Juana en la bañera, lo cortó en dos mitades a la altura de las caderas con un cuchillo, metió ambas partes en sendas maletas, y usando su taxi, las llevó hasta un paraje de Navalacruz (Ávila) donde enterró los restos.

Jesús regresó a la vivienda para limpiar la bañera y las cortinas manchadas de sangre, le dejó una nota al hijo de Juana contándole que su madre se había marchado de casa y el se iba a buscarla, y desapareció durante 19 años hasta que la UDEV de la Policía Nacional lo rescató del olvido. Hoy, con toda probabilidad, la jueza ratificará su prisión provisional durante los dos próximos años. El tiempo que tienen las acusaciones para intentar reunir pruebas que demuestren que la muerte de Juana. no fue un homicidio accidental y sí un asesinato con alevosía.

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