Bang Kwang, la prisión a la que irá Daniel Sancho donde un 25% de presos muere a los dos años

El chef español Daniel Sancho se declaró culpable del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, el pasado fin de semana, cuando confesó que fue él quien le había matado y descuartizado. El lunes el juez ordenó su ingreso en la prisión de Samui, donde permanecerá varios meses -incluso un año- hasta que concluya la investigación y se resuelva el caso. Una vez ocurra esto, Sancho será trasladado a Bang Kwang, una cárcel de máxima seguridad con unas condiciones inhumanas, donde el 25% de los reclusos fallece pasados los dos años.

Aunque siguen existiendo muchas incógnitas acerca del futuro que le espera al joven chef, hijo del actor español Rodolfo Sancho, la policía tailandesa tiene pruebas suficientes para condenarle por asesinato premeditado, un crimen que en el país está penado con la pena de muerte. Por el momento, Daniel Sancho se encuentra en la enfermería de la cárcel de Samui, pasando el periodo de cuarentena que exige el protocolo sanitario antes a acceder a las celdas compartidas.

Sancho permanecerá en esta cárcel hasta que la Policía tailandesa finalice sus investigaciones y empiece el juicio, a partir de ese momento, puede ser trasladado a Bang Kwang, una de las cárceles de máxima seguridad del país y también de las más peligrosas.

El Hilton de Bangkok

La cárcel de Bang Kwang, a la que será trasladado Daniel Sancho una vez que se decrete la condena, es una de las peores cárceles del país en cuanto a salubridad se refiere. Es conocida como el Gran Tigre o el Hilton de Bangkok -a modo de ironía- porque está muy alejado de tener las comodidades de hotel de cinco estrellas.

Es una cárcel donde cumplen condena los reclutas que tienen delitos muy graves, se estima que la prisión está diseñada para unos 3.500 presos, pero hay hasta 7.000, lo que indica graves problemas de hacinamiento. Allí se encuentra Artur Segarra, el español que secuestró, torturó, mató y descuartizó a David Bernat.

Condiciones «infrahumanas»

El analista Fernando Cocho, aseguraba en el programa Código 10 de Cuatro, que la cárcel de Bang Kwang es «una amenaza de muerte indirecta». «La tasa de mortalidad está en un 25% al superar los dos años. Los reclusos mueren por desnutrición, enfermedades y violencia. Son cárceles de unos 4 metros cuadrados en las que hay 8 o 10 personas. Pagan a mafias, tienes que pagar tu comida, hay fuertes coacciones e incluso pueden utilizarte como objeto sexual», asegura.

«Si no tienes dinero, morirás antes. Tienes que pagarte hasta el propio traje de presidiario. Alguien desde fuera tiene que pagarte la comida, es un sitio muy peligroso», finaliza.

Quien también ha opinado acerca de la cárcel donde irá Daniel Sancho es Bárbara Royo, abogada criminalista, que afirma que: «El problema de Tailandia son las cárceles infrahumanas. Allí incluso el agua es defectuosa, los presos están continuamente con diarrea y no hay servicios médicos».