Versión cefálica: una técnica para evitar la cesárea cuando el bebé viene de nalgas
Este procedimiento permite dar la vuelta al feto, desde fuera del útero y a través del abdomen de la madre
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Cuando finaliza el embarazo, lo habitual es que el bebé se haya colocado en el útero con la cabeza hacia abajo. Una postura que facilita el parto. Sin embargo, aproximadamente en el 5% de las gestaciones, el feto viene colocado en posición de nalgas o de forma transversa, lo que contraindica e imposibilita el parto vaginal.
Lo normal es que estos embarazos acaben en una cesárea programada, que además no está exenta de riesgos. Por eso, y antes de llegar a este punto, se puede optar por llevar a cabo una técnica ginecológica denominada versión cefálica externa.
Una técnica que consiste en la manipulación -desde fuera y a través del abdomen de la madre- de la postura del bebé, con la que se le puede llegar a dar la vuelta y que nos explica el equipo de versión cefálica del hospital Quirónsalud Madrid.
¿Qué es la versión cefálica?
Con la versión cefálica se intenta evitar la cesárea manipulando, como decimos, la postura del bebé de forma externa, «con el fin de desplazar la pelvis del feto y dirigir su cabeza hacia la zona superior de la pelvis de la madre, para así favorecer el encaje de la cabeza del bebé en la postura óptima para el parto vaginal», explica el Dr. José Alberto Rodríguez León, ginecólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Una técnica para la que se necesita la actuación de al menos dos ginecólogos y una matrona, y que «siempre se ha de realizar en un hospital, con monitorización del latido fetal, con disponibilidad de anestesista y en un área donde se pueda acceder con facilidad a quirófano porque, tal y como advierte el especialista, «aunque es infrecuente, esta técnica puede desembocar en la práctica de una cesárea urgente”.
En esta línea, la Dra. Myrna Assaf, médico adjunto del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Quirosansalud Madrid, añade que «se trata de una maniobra suave en la que no se deben realizar movimientos bruscos». Por el contrario, «si se presenta dolor intenso, se detectan anomalías en la frecuencia cardiaca fetal o si se realizan tres intentos fallidos», recuerda, «se debe suspender inmediatamente».
¿Cuándo se puede realizar esta técnica?
La versión cefálica está indicada en todos los embarazos en los que el bebé no esté colocado, y haya superado la semana 37 de gestación. «Es muy importante explicar la técnica con detalle a los padres y resolver todas sus dudas, así como realizar una valoración previa por parte de obstetras con experiencia, que incluya la revisión de la historia clínica de la paciente, en búsqueda de contraindicaciones como problemas con la tensión arterial, o falta de líquido amniótico; así como una exploración ecográfica exhaustiva para determinar la colocación del feto», detalla la Dra. Patricia Carazo, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Sin embargo, existen otros casos como las gestaciones múltiples, malformaciones uterinas o fetales, cuando existe compromiso fetal o hay rotura de la bolsa amniótica, en los que «este procedimiento está contraindicado», apunta especialista.
¿Cómo se lleva a cabo la versión cefálica?
Como indican los expertos, es imprescindible que esta técnica se realice siempre en un hospital y mediante ingreso ambulatorio. Una vez se confirma que el bebé está mal colocado -mediante ecografía- y se comprueba el bienestar fetal mediante monitorización, se procede a la administración de medicación para relajar el útero (tocolosis) y facilitar la maniobra.
Un estado que se mantiene hasta finalizar el procedimiento, ya que «ha demostrado que aumenta el porcentaje de éxito de la maniobra y reduce la tasa de cesáreas», explica la Dra. Marta Fuentes, que advierte, sin embargo, de que «es una técnica algo dolorosa», motivo por el cual se administra analgesia.
¿Y si no funciona?
Tras el procedimiento, tanto si es exitoso como si no, se realiza una monitorización materno-fetal de al menos una hora, y si no se producen complicaciones, la futura madre recibe el alta. En caso de haber conseguido colocar el feto, explica el Dr. Guillermo Fernández Lizana, médico Adjunto del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Quirónsalud, «se vigilará a la paciente con consultas regulares para comprobar que el bebé sigue colocado y se intentará un parto vaginal cuando llegue el momento». Sin embargo, en caso de que la maniobra haya fallado, se procederá a programar una cesárea con el ginecólogo habitual.
Cabe destacar que este procedimiento tiene una tasa de éxito que ronda el 50%. Sin embargo, en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid ya supera el 62%, con más de 100 intervenciones exitosas.