Ruptura total de los sindicatos con Mónica García: «Sin nueva clasificación laboral no habrá acuerdo»
Recuerdan que el Ministerio ya ha tenido 40 reuniones con las organizaciones sindicales y con otros departamentos


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Las organizaciones sindicales con representación en el Ámbito de Negociación (SATSE-FSES, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde) han señalado este jueves que el Ministerio de Sanidad parece querer «forzar una ruptura» de las negociaciones sobre el Estatuto Marco, buscando «cualquier excusa» para dar por finalizado el diálogo. El malestar sindical se ha hecho evidente al expresar su rechazo a la reunión convocada por el departamento que dirige Mónica García a la vez que han exigido la «nueva clasificación laboral si quiere acuerdo».
Según las organizaciones, la negociación debe continuar el día 16 de septiembre, tal y como estaba recogido en el calendario pactado, y únicamente después de que el Ministerio de Sanidad aborde la propuesta de Ley con los representantes de las comunidades autónomas. Participar en un encuentro adelantado —afirman— supondría un «flaco favor» a los cerca de un millón de profesionales sanitarios representados, dado que aún quedan asuntos “muy importantes” por acordar.
Entre esos asuntos pendientes, destacan el reconocimiento retributivo vinculado a la nueva clasificación profesional, así como la regulación del acceso a la jubilación voluntaria, ya sea anticipada o parcial. Para los sindicatos, ambas cuestiones no son accesorios, sino elementos esenciales de cualquier reforma del Estatuto Marco. Por ello, insisten en que deben ser recogidos de manera clara en el anteproyecto de ley y tratados con seriedad en la mesa de negociación.
Conflicto: la clasificación profesional
Uno de los principales puntos de fricción es la nueva clasificación profesional del personal estatutario. Los sindicatos consideran «imprescindible» que exista un acuerdo previo sobre la cuantía de las retribuciones básicas derivadas de esta nueva estructura laboral antes de pronunciarse sobre el texto definitivo. No se trata, aclaran, de que estas cifras aparezcan reflejadas en el propio Estatuto Marco, sino de que se pacten y se asegure su cumplimiento.
Desde la perspectiva sindical, aceptar un texto sin garantías salariales sería comprometer el futuro de miles de trabajadores sanitarios. Además, recuerdan que el Ministerio ha tenido casi 40 reuniones con las organizaciones sindicales y con otros departamentos ministeriales, por lo que no entienden la prisa actual en dar por cerradas las conversaciones.
La respuesta del Ministerio: límites competenciales
Por parte del Ministerio de Sanidad, los argumentos se centran en la falta de competencias para dar respuesta a las demandas sindicales. La cartera de Mónica García ha reiterado que tanto la cuestión retributiva como la jubilación anticipada no entran dentro de sus atribuciones directas. Dos informes jurídicos difundidos esta misma semana sostienen que incluir esas materias en el Estatuto Marco supondría invadir competencias de otros ministerios.
Los sindicatos, sin embargo, rechazan esta interpretación. Consideran que los informes carecen de fundamento y que se han remitido «ahora» con el único objetivo de justificar el bloqueo de Sanidad. En una carta dirigida a la directora general de Ordenación Profesional, Celia Gómez, recalcan que nunca solicitaron que los importes retributivos aparecieran en el texto de la ley, sino que se pactaran previamente en la mesa de negociación.
Estrategia de presión y futuro incierto
La situación, lejos de distenderse, parece encaminarse hacia un pulso abierto entre Sanidad y las organizaciones sindicales. Estas han expresado su «absoluta» disposición al diálogo, pero rechazan la propuesta ministerial de concluir ya la negociación para trasladar el proyecto de Estatuto Marco al Foro Marco para el Diálogo Social. Recuerdan que dicho órgano no tiene capacidad negociadora real, sino únicamente de consulta e información.
Por ello, los sindicatos han solicitado formalmente la convocatoria de la mesa del Ámbito de Negociación para el próximo día 16 y la entrega de un nuevo texto que incorpore las aportaciones de las comunidades autónomas. De no producirse avances, las organizaciones no descartan acciones de presión que hagan visible la situación y obliguen al Ministerio a reconsiderar su estrategia.
La ruptura total en las conversaciones evidencia la dificultad de alcanzar consensos en un momento clave para la sanidad pública española. Con un sistema tensionado tras años de crisis y con profesionales que reclaman mejoras reales en sus condiciones laborales, la negociación del Estatuto Marco se convierte en un escenario decisivo. Lo que ocurra en las próximas semanas marcará no sólo el futuro de la relación entre sindicatos y Sanidad, sino también el rumbo de las reformas laborales en el Sistema Nacional de Salud.
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