No bajen la guardia: el riesgo de ómicron es parecido al de delta

Un nuevo estudio firmado por expertos de la Universidad Johns Hopkins indica que los pacientes hospitalizados por covid con la variante ómicron tienen un perfil de riesgo muy parecido al de los enfermos afectados por la variante delta.

Los autores indican que los pacientes contagiados con la variante más reciente, ómicron, tienen menos probabilidades de ser ingresados en el hospital. No obstante, su riesgo es similar al de quienes contrajeron delta a partir de ese punto. Los parámetros que han estudiado, y resultaron parecidos, fueron la necesidad de ventilación mecánica para respirar y la atención de cuidados intensivos. A la luz de este hallazgo, los expertos han recomendado que no se subestime la importancia de contraer la infección.

Heba Mostafa, autora principal de este nuevo trabajo, ha declarado: «Suele pensarse que la variante ómicron es menos severa que sus predecesoras. Nuestra intención era someter esa teoría a análisis y determinar si los resultados clínicos y las cargas virales eran de verdad diferentes cuando la infección se produce por cada una de estas variantes».

Los científicos recogieron muestras de más de 2.000 pacientes que habían dado positivo en pruebas de SARS-CoV-2 y determinaron cuáles eran las variantes causantes de la infección en cada caso. Con esos datos ya recopilados, midieron la carga viral (la cantidad de virus que está presente en el organismo de la persona infectada). El último paso consistió en obtener de las historias clínicas los resultados de cada paciente para su comparación.

De este modo, vieron que cuando ómicron está detrás de un caso de covid, el riesgo de que el paciente necesite ser ingresado en el hospital es menor, y ese riesgo menor se observó independientemente de que los sujetos estuvieran vacunados o no. Solamente el 3% de las personas en esta situación (contagiados por ómicron) fueron admitidos en un hospital. De todas las personas afectadas por la variante delta, el 13,8% necesitó ser atendido en un centro hospitalario.

Además, los científicos observaron que los pacientes ingresados, por cualquiera de las dos variantes, tuvieron necesidades similares en términos de respiración asistida y cuidados intensivos. Para los pacientes con ómicron la necesidad de oxígeno fue del 67,6%, y el 17,6% tuvo que ser atendido en la unidad de cuidados intensivos. En el caso de delta, la proporción de pacientes ingresados que requirió oxígeno fue del 73%, los ingresados en cuidados intensivos, 25,4%.

Curiosamente, no detectaron diferencias significativas en cuanto a la carga viral en función de cada una de las dos variantes estudiadas, al margen de que los sujetos estuvieran vacunados con las pautas completas o no.

Precaución ahora y de cara al futuro

La lección que extraen es que es “imperativo” que nos tomemos en serio ómicron y las posibles variantes del virus que pudieran aparecer en el futuro.

Según escriben en sus conclusiones, «es cierto que los pacientes con ómicron son significativamente menos propensos a acabar ingresados en el hospital que los pacientes contagiados por la variante delta, pero los pacientes con ómicron que sí tuvieron que ser atendidos en un hospital se han encontrado en una situación de riesgo comparable en cuanto a probabilidad de desarrollar la forma severa de la enfermedad que quienes contrajeron la variante delta; para muchas personas, no se trata de una infección leve en absoluto».

Los datos que se emplearon en la elaboración de este estudio se obtuvieron de pacientes con resultados positivos en pruebas de SARS-CoV-2 entre la última semana de noviembre de 2021 y finales de diciembre del mismo año. Cuando acabó el periodo de recopilación de información, la variante ómicron había sustituido a la delta como dominante. Representaba el 95% de los linajes del virus en circulación, han aclarado los autores.