Lamine Yamal fue el único jugador del Barcelona que evitó cruzar mirada alguna con los aficionados que asistieron al estadio Pedro Escartín para la ilusionante cita de la Copa del Rey en Guadalajara. Cuando decenas de seguidores le esperaban en los alrededores del autobús del Barça, la estrella salió tapada con su capucha, sin firmar ni saludar a nadie.
Anteriormente, todos sus compañeros habían tenido gestos cariñosos con los jóvenes del municipio alcarreño. En cambio, a su salida primó la seguridad y los agentes consiguieron que subiese al vehículo sin intercambiar ningún tipo de gesto.
