Sociedad Española de Farmacología Clínica

La doctora Agustí sobre el medicamento que cura el cáncer: “Es un bulo, puede poner en riesgo la salud“

El uso no supervisado de este medicamento puede conllevar riesgos significativos para la salud, incluyendo efectos secundarios graves

Ivermectina cáncer
Imagen recogida en la Real Academia Europea de Doctores.
Diego Buenosvinos

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

En los últimos años, la ivermectina —un medicamento antiparasitario aprobado para tratar infecciones como la oncocercosis y la estrongiloidiasis— ha sido objeto de controversia por su promoción como tratamiento para enfermedades no aprobadas, como el covid. Recientemente, ha resurgido en redes sociales y medios alternativos como una supuesta cura para el cáncer, a pesar de la falta de evidencia científica sólida que respalde estas afirmaciones.

La ivermectina es un medicamento empleado en el tratamiento de ciertas infecciones causadas por gusanos parasitarios. Existen dos formulaciones principales destinadas al uso humano. Una de ellas es en forma de tabletas, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar dos afecciones específicas: la estrongiloidiasis intestinal y la oncocercosis.

En este sentido, la doctora Antonia Agustí, presidenta de la de la Sociedad Española de Farmacología Clínica, ha señalado que la ivermectina, «es un antiparasitario (antihelmíntico) que se comercializa en España en una presentación tópica en crema y en tres formulaciones orales en comprimidos, estas últimas como medicamentos genéricos. Según su ficha técnica autorizada, las indicaciones aprobadas incluyen la estrongiloidiasis gastrointestinal, la microfilaremia y la sarna sarcóptica humana».

Así mismo, «no se debe utilizar ivermectina fuera de las indicaciones aprobadas, especialmente en ausencia de evidencia científica que respalde su uso en otras patologías y, por supuesto, nunca sin prescripción médica. Su uso inadecuado no sólo es ineficaz, sino que además puede poner en riesgo la salud del paciente».

La doctora Antonia Agustí, ha enfatizado que entre los posibles efectos adversos «se encuentran alteraciones hepáticas y hematológicas, trastornos gastrointestinales como dolor abdominal y diarrea, mareos y reacciones cutáneas. Además, emplear ivermectina sin una indicación clara puede llevar a no tratar adecuadamente la enfermedad real del paciente, al retrasar o sustituir el uso del medicamento verdaderamente necesario».

En este sentido la especialista en farmacología asegura que «es posible que no haya interés en investigar la ivermectina en algunas enfermedades como el cáncer porque está fuera de patente, pero antes de afirmar que sirve para tratar algún tipo de cáncer u otras enfermedades se debe demostrar en ensayos clínicos en humanos, los estudios en laboratorio no son suficientes».

Sin evidencia científica

Algunos estudios preclínicos han explorado el potencial de la ivermectina en el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, investigaciones en laboratorio y en modelos animales han mostrado que la ivermectina podría -condicional- inducir la muerte de células cancerosas y potenciar la respuesta inmunitaria cuando se combina con otros tratamientos, como los inhibidores de puntos de control inmunitarios. Sin embargo, estos resultados preliminares no se han traducido en evidencia clínica en humanos. Hasta la fecha, no existen ensayos clínicos que demuestren la eficacia y seguridad de la ivermectina como tratamiento contra el cáncer en humanos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) ha reiterado que la ivermectina no está aprobada para el tratamiento del cáncer. El uso no supervisado de este medicamento puede conllevar riesgos significativos para la salud, incluyendo efectos secundarios graves como náuseas, vómitos, hipotensión, convulsiones y daño hepático. Además, la automedicación con ivermectina puede retrasar el inicio de tratamientos oncológicos efectivos y probados, lo que podría empeorar el pronóstico del paciente.

La propagación de la desinformación

La difusión de información errónea sobre la ivermectina y el cáncer ha sido impulsada por figuras públicas y en plataformas de redes sociales. Por ejemplo, el actor Mel Gibson afirmó en un pódcast que la ivermectina, combinada con otros fármacos, había curado a varios de sus amigos con cáncer en etapa avanzada. Estas declaraciones, carentes de respaldo científico, han contribuido a la confusión y a la adopción de tratamientos no comprobados por parte de algunos pacientes.

Aunque la investigación sobre la ivermectina y su potencial en el tratamiento del cáncer continúa en etapas preliminares, actualmente no existe evidencia científica que respalde su uso como terapia oncológica en humanos. Las autoridades sanitarias y expertos en salud pública advierten contra la automedicación y enfatizan la importancia de seguir tratamientos basados en evidencia científica y aprobados por las entidades regulatorias correspondientes.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias