Cómo dominar la mente con un hábito cada vez más popular
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Hay determinadas acciones que nos sirven para poder controlar nuestros pensamientos. A veces, hay muchos de ellos que no nos dejan ir hacia delante, nos paralizan. Por esto podemos dominar la mente con un hábito cada vez más popular. Así puedes dominar la mente.
Hablamos del poder de la meditación para mejorar el bienestar mental y dominar la mente. Es una herramienta esencial para entrenar nuestra atención, entre otros.
Cómo dominar la mente: meditación
Lejos de buscar una mente en blanco mágica, esta acción se centra en fortalecer la atención y transformar nuestra relación con el discurso mental interno. Así lo establece Izanami Martínez, Madre, Antropóloga y Fundadora de Soulgate.
La experta nombra que la atención, como un músculo, puede entrenarse mediante la meditación. Entonces si nos alejamos del mito de la mente en blanco, la verdadera esencia de la meditación radica en el ejercicio de manejar los pensamientos.
Cuando cerramos los ojos y nos centramos entonces en el presente, la meditación se convierte en la práctica de decir «ahora no, gracias» a los pensamientos intrusivos.
Ejercicio consciente
Entonces ¿en qué se centra la meditación? Según la experta, es más que un estado mental en blanco. La meditación se enfoca en el ejercicio consciente de controlar los pensamientos. A través de la repetición de este acto, la atención se fortalece, permitiendo períodos de concentración más prolongados y la capacidad de gestionar pensamientos perjudiciales.
Por esto es importante entrenar la atención. Es positiva porque no solo mejora la concentración, sino que también proporciona la habilidad de manejar pensamientos que no contribuyen al bienestar.
La repetición consciente de rechazar pensamientos negativos puede transformar la relación con el discurso mental interno, contribuyendo a un mayor equilibrio emocional.
La meditación es una herramienta para desvincularse de patrones negativos, agradeciendo la intención de mantenernos con vida, pero rechazando pensamientos que ya no sirven. Según la experta, se trata de una herramienta poderosa para forjar una mente resiliente. Al entenderla como un ejercicio constante de atención, ofrece la posibilidad de cambiar la narrativa interna y promover un bienestar mental duradero.
Cómo meditar
Este acto no es tan sencillo como parece. Para muchas personas cerrar los ojos y no pensar en nada es complicado, y más con la cantidad de inputs que tenemos actualmente en nuestro cerebro.
Crear una atmósfera propicia
Si eres de los que no se concentran con nada, entonces debes crear un ambiente propicio para ello. Es decir, encontrar un rincón de soledad y calma, donde nada te distraiga. Algunas personas que meditan lo hacen en la montaña, al aire libre, mientras que otros prefieren una habitación sin luz, sin ruido o bien con un poco de música relajante. A cada uno le funciona algo distinto.
Centra tu atención en la respiración
Según el Centro de Estudios de Psicología, como estás empezando en la práctica de la meditación, cierra los ojos y céntrate en tu respiración. Cuando ya tengas más práctica, podrás focalizarte en otras meditaciones que se centran en los sonidos o el cuerpo.
Lo importante es escuchar esta respiración y ver hacia donde va, de donde sale, como se expulsa. Debe ser pausada y consciente.
Aceptar pensamientos y dejarlos pasar
Otra cosa importante es acepta todos los pensamientos relacionados con problemas personales o inseguridades que suelen venir a la menta. Se aceptan, se dejan pasar y se observan. Así podemos controlar mejor nuestros pensamientos para llegar a ese bienestar que tanto ansiamos.
Repetir el acto de meditar
De poco sirve que meditemos un día. Esto debe ser una práctica progresiva, de la misma forma que ejercitamos nuestro cuerpo para que así salga solo y podamos aprender cada vez más.
Temas:
- Mente