Cómo afrontar el North Pole Marathon

A la dureza de correr un maratón se le añade las adversas condiciones meteorológicas, en donde las temperaturas pueden llegar a alcanzar los -40ºC. Hablamos de la North Pole Marathon, que tuvo lugar el pasado fin de semana. Sin lugar a dudas se trata de una prueba diferente en todos los sentidos, ya que los participantes también tuvieron dificultades para llegar hasta el Polo Norte. A la hora de la salida el termómetro marcaba 29 grados bajo cero, pero la temperatura siguió descendiendo a medida que se quemaban kilómetros y la fuerza del viento también se dejaba notar. Más allá de lo deportivo, se puede considerar todo una aventura acabar esta carrera. Te enseñamos a continuación cómo afrontar el North Pole Marathon.

Concentrados varios días

Los participantes, entre los que había 450 corredores procedentes de 22 países, tuvieron que permanecer desde primeros de abril concentrados en la ciudad noruega de Longyearbyen a la espera de que las condiciones del tiempo diesen una pequeña tregua. Todo estaba preparado para realizar el aterrizaje con un Antonov ruso en la base polar Barneo. En la base rusa tuvieron ciertas comodidades como tiendas de campaña ‘calientes’ y carpa-comedor. Durante esta época del año el sol no se oculta en ningún momento en la periferia del Polo Norte, por lo que la actividad en la base es continúa. Dos helicópteros se ocupan de evacuar a aquellos corredores que presenten problemas.

Corrientes marinas

Después de dos horas y media de vuelo consiguieron aterrizar a algo menos de 50 kilómetros del Polo Norte Geográfico. No obstante hay que contar con las corrientes marinas que son capaces de mover la costra de hielo en cualquier dirección y varios kilómetros al día. La competición transcurrió sobre una capa de hielo flotante, en donde los participantes tuvieron que enfrentarse a dunas, grietas y montoneras de hielo. A medida que avanzaba el maratón y con la fuerza del viento la sensación térmica llegaba a alcanzar los -40ºC. La dureza hizo mella en los deportistas, que vieron en la mayoría de los casos como se multiplicaban por dos sus mejores registros en una maratón de asfalto. El más rápido en la línea de meta fue Petr Vabrousek, triatleta checo, con un tiempo de 4.22.24, cuando su mejor marca en asfalto fue de 2.31.05. En segunda posición acabó el australiano Douglas Wilson con 5.01.38. El tercer escalón del podio lo ocupó el esloveno Daniel Palco, con un crono de 5.08.56.

Bien equipados

Para afrontar las bajas temperaturas del Polo Norte hay que llevar un vestuario adecuado. La ropa debe ser ligera, transpirable y con gran capacidad de aislamiento. Hay que tener un especial cuidado por la excesiva sofocación que no se expulse puede convertirse en hielo entre las diferentes capas de ropa, lo que haría que nos congelásemos. Pero se congela todo, no sólo el sudor. También el líquido de avituallamiento, la comida y los geles. Para la parte superior suelen llevar tres capas, mientras que en las piernas será suficiente con dos. Cualquier error con la ropa puede costar muy caro a los participantes. Se trata de una de las pruebas más duras del calendario.