Causas del sabor amargo en la boca
Cuando sentimos un ligero sabor amargo en la boca, normalmente nos preguntamos si tenemos alguna enfermedad. Aquí tienes algunas causas.
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Muchos de nosotros hemos experimentado un desagradable sabor amargo en la boca y nos preguntamos a qué se debía. Lo cierto es que existen diferentes causas posibles, desde hábitos de higiene bucal irregulares, hasta trastornos gastrointestinales. Aunque casi siempre se trata de un problema sencillo, es importante poner atención cuando se vuelve muy frecuente o está acompañado de otros síntomas. Pensando en ello, a continuación compartimos un poco más de información sobre las causas del sabor amargo en la boca y cuándo es necesario buscar atención medica. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué sentimos un sabor amargo en la boca?
La principal causa del sabor amargo en la boca está asociada a la higiene bucal. Por la mañana, tras despertarnos, es normal sentir un gusto amargo en la boca y tener un poco de mal aliento. Ello ocurre debido al cúmulo de bacterias en la región bucal, principalmente en la lengua.
Pero cuando no mantenemos una rutina adecuada de cepillados durante el día, esta acumulación se va incrementando, a medida que aumentan los residuos de alimentos entre dientes y encías. En consecuencia, sentiremos este sabor amargo en la boca de forma más frecuente, además de una halitosis más intensa.
Pero estos no son los únicos problemas derivados de una mala higiene bucal. La proliferación de bacterias conlleva a la formación del sarro, que favorece el desarrollo de enfermedades en los dientes y encías, como la gingivitis y, posteriormente, la periodontitis.
¿Qué hacer en este caso? Pues sin duda la mejor estrategia es reforzar la higiene bucal, cepillando los dientes y la lengua al menos tres veces al día. Aunque lo ideal sea hacerlo al despertarse, antes de ir a dormir y después de las comidas, para prevenir el cúmulo de residuos alimentares en la boca.
Otras causas del sabor amargo en la boca
Por otro lado, existen otros factores que pueden provocar un sabor amargo en la boca, aunque que adoptemos todos los cuidados con nuestra salud bucal. A continuación, listamos los más frecuentes:
Tabaquismo
El consumo de derivados del tabaco, como los cigarrillos y cigarros, puede provocar mal aliento y amargor en la boca. El habito de fumar no solo reduce la producción de saliva (xerostomía), sino que también altera la flora bacteriana de la mucosa oral.
La baja segregación salivar dificulta la correcta limpieza de la cavidad bucal, favoreciendo la proliferación de las bacterias que forman el sarro. Además de la sensación de boca seca, el fumador queda más vulnerable a desarrollar patologías bucodentales.
También es importante resaltar que los productos de tabaco sin humo pueden provocar los mismos efectos dañinos a la salud bucal y al organismo en general. Además de resultar extremadamente adictivos, elevan el riesgo de desarrollar una serie de enfermedades cardiovasculares.
Uso de medicamentos
Ciertos medicamentos, principalmente antibióticos y antidepresivos, pueden generar alteraciones en el paladar. Ello ocurre porque, cuando los ingerimos, nuestro cuerpo los absorbe y, luego, libera en la saliva. En consecuencia, muchas personas sienten un sabor amargo en la boca o perciben que tienen un aliento un poco más fuerte de lo habitual.
El uso prolongado de antidepresivos, ya sea en forma de pastillas o gotas, también suele provocar la sensación de boca seca. Porque uno de los efectos de este tipo de medicamente es que las papilas permanecen más cerradas, reduciendo la segregación de saliva.
Reflujo gastroesofágico y ERGE
El reflujo gástrico y la enfermedad por reflujo gástrico (ERGE) son los principales trastornos que pueden provocar un sabor amargo en la boca. Ello sucede porque, en estas afecciones, el esfínter (musculo localizado en la parte superior del estómago) se debilita y permite que el acido gástrico o la bilis “suban” hasta el esófago.
Además de generar un amargor en la boca, ello provoca irritación en las mucosas del esófago, haciendo que la persona sienta ardor en el pecho y abdomen. Por lo general, estos síntomas persisten hasta que el paciente recibe el tratamiento adecuado.
Por esta razón, al identificar cualquier síntoma de reflujo gastroesofágico, es crucial buscar atención médica especializada.
Estrés
El estrés es un tipo de emoción que aparece como una respuesta adaptativa del cuerpo a ciertos estímulos o demandas. Aunque no siempre sea negativo, ya que nos permite estar alertas y reaccionar ante cualquier contexto de peligro inminente, lo que observamos hoy son personas altamente sobrecargadas que se mantiene en contextos de permanente estrés.
Esta sobrecarga conlleva no solo a una fatiga emocional, sino también al desarrollo de señales físicas. El cuerpo está constantemente “disparando” sus mecanismos de defensa como una respuesta a situaciones que ponen en riesgo la integridad física y mental del individuo. Una metáfora más que conocida: es como una máquina que jamás deja de funcionar y, en algún momento, fallará.
Uno de los efectos de la exposición constante al estrés y a la ansiedad es la alteración del sentido de gusto, así como sequedad en la boca. Y la combinación de estos factores frecuentemente produce un sabor amargo en la boca.
En este caso, resultará crucial que cada persona se proponga a repensar su estilo de vida y rutina laboral. Felizmente, podemos recurrir no solo a profesionales de salud especialistas en estrés, sino también a ejercicios físicos, deportes, yoga, meditación y terapias alternativas, como las flores de Bach y la acupuntura, para incrementar nuestra calidad de vida.
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