La inteligencia artificial ayuda a controlar los «bajones de azúcar» cuando un diabético monta en bici
Ponen en marcha un estudio que evaluará el efecto del ejercicio intenso en personas con diabetes
Los participantes de una ruta ciclista ayudarán a crear un sistema para predecir los niveles de glucosa
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Saber cómo varían los niveles de glucosa en la sangre (glucemia), y predecir esos cambios en una persona con diabetes tipo 1 en situaciones de ejercicio intenso sigue siendo un reto y una fuente de preocupación tanto para los propios pacientes y familiares como para los profesionales sanitarios que se dedican al manejo de esta enfermedad.
Ahora se pone en marcha un ensayo clínico en personas con diabetes tipo 1 para analizar respuestas del organismo al ejercicio, recoger datos de glucosa, insulina, frecuencia cardiaca (entre otros) y desarrollar modelos de inteligencia artificial para predecir su evolución y optimizar el control de la enfermedad.
leix Beneyto, coordinador del estudio, ha explicado que la iniciativa ha surgido tras años de trabajo centradas en cómo la actividad física afecta a los niveles de glucemia y qué deben hacer los pacientes para controlarlos.
«Nuestros dos últimos ensayos clínicos con sistemas de páncreas artificial, realizados en 2018 y 2022, nos permitieron demostrar que una buena coordinación entre la infusión de insulina y los rescates con hidratos de carbono puede reducir de forma significativa el riesgo de hipoglucemia frente al ejercicio intenso. Sin embargo, en aquellos estudios las sesiones de ejercicio eran de corta duración y se realizaban en condiciones muy controladas. Con esta nueva iniciativa queremos dar un paso más y centrarnos en ejercicio prolongado en condiciones de vida real, especialmente en ese rango de intensidad moderada-alta que sigue siendo hoy en día un gran reto para las personas con diabetes tipo 1», ha explicado.
Más riesgo de hipoglucemias y hiperglucemias
Saber cómo cambian los niveles de glucosa cuando realizamos actividad física es clave. El deporte implica muchos cambios en el organismo, y algunos de ellos, como el consumo de glucosa en los músculos, pueden presentarse con gran rapidez. También cambia la absorción de insulina.
«Todo eso hace que aumente el riesgo tanto de hipoglucemias como de hiperglucemias durante y después del ejercicio, incluso durante varios días después. La complejidad de manejar la glucemia alrededor del ejercicio genera mucha incertidumbre y, a menudo, hace que las personas con diabetes sean reacias a practicar actividad física de forma regular, pese a sus claros beneficios para la salud», añade.
En la actualidad no hay una pauta única que cualquier persona con diabetes pueda seguir para garantizar que está haciendo ejercicio de forma segura.
Hay documentos de consenso y recomendaciones que ofrecen reglas generales, «pero que dejan mucho margen de interpretación». Las indicaciones sobre ejercicio no estén estandarizadas y pueden variar bastante entre profesionales y centros. Además, muchos de estos consensos se han elaborado a partir de estudios sobre glucemia y ejercicio realizados en contextos muy controlados en hospitales o con protocolos de corta duración que no siempre reflejan las condiciones reales en las que las personas se entrenan en su día a día.
Saber cómo evoluciona la glucemia durante y después del ejercicio es fundamental para poder diseñar estrategias más seguras y personalizadas. Esto permitiría mejorar el ajuste de la terapia de insulina, personalizar el consumo de hidratos de carbono más allá de criterios generales, y, por tanto, reducir el riesgo de eventos peligrosos como son las hipoglucemias e hiperglucemias.
En definitiva, es importante para poder dar a las personas con diabetes los medios necesarios para que tengan confianza para incorporar el ejercicio de forma regular en su vida sin miedo a perder el control de su enfermedad, indica el investigador.
La IA va a permitir algo «prácticamente imposible de otra forma»: integrar grandes cantidades de datos e identificar patrones complejos de respuesta al esfuerzo, su intensidad y duración. El estudio se lleva a cabo en el marco de la Cátedra UdG-Dexcom, y está previsto llevar a cabo ensayos clínicos similares el año que viene.
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