Receta de paté de gambas al ajillo

La receta de paté de gambas al ajillo es perfecta cuando se necesita un aperitivo sencillo para preparar en casa. Su exquisito sabor a mar con el penetrante aroma del ajo es perfecto para acompañar con pan o galletas. Para esta receta se utilizan gambas congeladas, con el fin de ahorrar el tiempo que se emplea en la cocina. Además, ya vienen listas, lo cual evita la tarea engorrosa de limpiarlas. Desde el punto de vista nutricional, estos productos congelados proporcionan beneficios a la salud. Conservan sus propiedades y no alteran el resultado de la calidad de la receta.

Las gambas son mariscos que aportan maravillosos beneficios al organismo. Los elementos que más resaltan en su composición son el omega 3, las vitaminas A, E y las proteínas. Tienen un poder antioxidante que ayuda a combatir el envejecimiento prematuro, retrasando el deterioro de la piel. También se recomiendan para cuidar el peso, por ser bajas en grasa y en calorías.

Ingredientes:

Cómo preparar la receta de paté de gambas al ajillo:

1. Poner los huevos en una cacerola y verter agua suficiente hasta cubrirlos. Calentar a fuego alto y hervir durante 10 minutos.
2. Transcurrido el tiempo, retirar los huevos de la cacerola, dejar enfriar y quitarles la cáscara.
3. Mientras tanto, pelar el ajo y cortarlo en láminas.
4. En una sartén, verter las dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y calentar a fuego medio. Incorporar las láminas de ajo y pochar durante 1 minuto, evitando que se quemen.
5. Seguidamente, añadir las gambas y el perejil fresco picado. Remover y saltear durante 2-3 minutos a fuego medio.
6. Agregar el brandy a la sartén, remover y dejar que se evapore durante 45 segundos. Retirar y dejar enfriar.
7. Ya frío el sofrito de gambas, incorporarlo a la batidora. Añadir los huevos cocidos, las cinco cucharadas de mayonesa, una pizca de pimienta negra y sal al gusto. Triturar hasta obtener una pasta homogénea.

La receta de paté de gambas al ajillo es un delicioso y nutritivo plato, difícil de rechazar. Tus comensales quedarán encantados con un aperitivo de buen sabor y agradable textura, incluyendo a los más pequeños de la casa. Lo mejor de todo es que la elaboración es rápida y muy sencilla de hacer.