Receta de Galletas de los Reyes Magos

Cuando se acerca el día de Reyes todos los niños se ilusionan con los regalos y los presentes que los Magos de oriente les traen cada año, con la cabalgata y con todas esas tradiciones tan entrañables. Además, en la noche del 5 de enero, entre padres e hijos, y abuelos y tíos preparan las galletas de los Reyes Magos para que repongan fuerzas, antes de seguir repartiendo regalos a los niños que faltan.

Estas galletas se preparan con antelación para dejárselas a sus Majestades por la mañana, y para que los niños (y hasta los adultos) desayunen con un buen vaso de leche antes de abrir sus regalos. También se tomarán de postre, por la tarde en la merienda, y en cualquier otro momento.

Ingredientes:

Cómo preparar las galletas de los Reyes Magos:

1. Mezclar la harina con la levadura y el cacao en polvo, tamizar.
2. Poner en un cuenco la pasta de almendra, echar el huevo, el azúcar y la pizca de sal. Mezclar bien.
3. Incorporar los ingredientes secos a la pasta de almendra y amasar (puede ser en el mezclador de masas).
4. Añadir la almendra molida y continuar hasta conseguir una masa homogénea.
5. Prepara una bandeja de horno con papel vegetal e ir formando bolas de unos 30 gramos, o más pequeñas si se quiere que salgan más.
6. Dejar reposar en la nevera durante una hora.
7. Precalentar el horno a 180°C.
8. Volver a colocar las galletas en la bandeja y hornear a media altura a 180°C durante 15-18 minutos. Se deben colocar las bolas con espacio entre ellas porque crecen y se expanden. Si no se quiere que sean demasiado esféricas, pueden aplastarse un poco.
9. Estarán listas cuando la superficie se vea agrietada.
10. Sacar del horno y pasar a una rejilla para que se enfríen.
11. Preparar un plato con azúcar glas para rebozar las galletas al estar ya frías y endurecidas.

Debes guardar las galletas de los Reyes Magos ya totalmente frías en una lata o frasco grande de cristal, antes de ponerlas en la bandeja para los Reyes. Guárdalas fuera de la nevera, en un sitio seco y fresco.

Lo mejor es que no tienes que darles ninguna forma, las bolas ya de por sí saldrán con un aspecto desigual pero apetitoso, habrá unas más grandes y otras más chicas. Cuando las reboces puedes mezclar al azúcar glass chocolate rallado, sabrán riquísimas.