Costumbres gastronómicas de Nochevieja para empezar el año con buen pie y con buen plato

Hay que ver lo rápido que se pasa el tiempo y más si se disfruta de él. Y es que ahora, encontrándonos casi en el ecuador de estas fiestas navideñas, podemos decir que ha empezado la cuenta atrás para despedir un año más e inaugurar una nueva etapa. Pero esta especie de transición, que viene dado por la Nochevieja o última noche del año, trae consigo cierta carga de folclore, de tradiciones o de supersticiones.

Varias de estas costumbres tienen cierto carácter gastronómico, por no decir la mayor parte, y son seguidas a rajatabla cada vez que llega ese 31 de diciembre.

¿Queréis saber cuáles son algunas de ellas?

1. Las doce uvas de la suerte

Esta tradición, de origen español, se basa en la ingesta de esas doce uvas (que representan los doce meses del año) mientras suena cada campanada de las 00:00 horas. Estamos seguros de que todos sabréis la historia que cuenta que, si llegada la última campanada, no queda ninguna uva en el plato, tendrás un año lleno de suerte y de deseos cumplidos.

Esta costumbre, que se remonta al 1909, debe sus raíces al grandísimo excedente de cosecha de uva que se produjo en Alicante, obligando a la gente en la noche de Nochevieja a consumirlas de manera masiva para que no se echase a perder. Dicho acto comenzó a repetirse y quedó implantado hasta nuestros días.

No obstante, ciertos datos indicaban que con anterioridad a este año, determinadas clases sociales (como la burguesía)  ya consumían las uvas como motivo de celebración.

2. El Vassilopitta o en busca de la moneda pérdida

Uno de los países en los que también existe un alimento típico de esta noche mágica es Grecia. Y es que lo común para sus gentes es preparar, una sola vez al año, esta receta de nombre casi imposible; el Vassilopitta.

Un pastel muy simple, de aspecto algo rústico pero de delicioso sabor (entre brandy, naranja, limón y vainilla) que esconde en su interior la fortuna de uno de los comensales. ¿Y cómo? Pues tan sencillo como escondiendo una moneda de oro o de plata dentro de él y esperando a que ésta sea encontrada.

Al partir y repartir los trozos, a aquella persona al que le haya tocado tan preciado tesoro, tendrá buena suerte durante el año entrante.

3. Toshi-koshi-soba y las 108 campanadas

¿Os imagináis tener 108 campanadas con las que, en vez de solicitar deseos, tuviésemos que reflexionar sobre nuestros errores? Pues si estáis pensando en pasar la Nochevieja en Japón disponeos a que esto ocurra tras la cena, ya que sus campanadas no se basan en la petición de deseos incumplidos o deseos ansiados para el nuevo año, sino en la representación de los defectos de cada uno.

Pero tranquilos, porque este elevado número de tintineos no os pillará con el estómago vacío, ya que otra de las costumbres japonesas consiste en cenar una sopa de fideos largos llamada Toshi-koshi-soba, que asegura una vida longeva a todo aquel que la ingiera.

4. La Notte di Capodanno y las lentejas

¿Sabíais que en Italia es típico cenar un plato de deliciosas lentejas la noche de fin de año? Pues así es, este maravilloso y casero guiso ocupa un lugar en la mesa de cada italiano simbolizando, año tras año, riqueza y abundancia para el año venidero.

Costumbre que ha llegado hasta España, poniendo, en algunas casas, este plato para comer e ir inundando la casa de esa magia que esta legumbre parece tener.

Curiosamente, en Italia, acompañan esta riquísima cena con un curioso ritual; el deshacerse de los muebles viejos para dejar atrás lo antiguo. Cuidado, hay gente que llega a tirarlos por la ventana…

5. La cena de los doce platos

¿Cuántas veces habéis escuchado eso de que “las navidades son para cometer excesos”? Pues si hay un caso claro en el que esta afirmación cobra todo su sentido es ni más ni menos que Polonia y sus cenas de Nochevieja de doce platos.

¿Asombrados? Pues es cierto.

Y es que esta tradición se basa en dar la bienvenida al nuevo año cenando un menú de doce platos distintos en los que prime la col pero no la carne (ingrediente del que se debe carecer por no estar permitido en esta noche).

Una buena manera de despedir el año y coger fuerzas para esa temida cuesta de enero, ¿no creéis?

Como veis, existen numerosas tradiciones dispuestas a ser descubiertas, todas y cada una de ellas marcando el fin y el principio de un tiempo que ha formado y, formará, parte de nuestras vidas.

Os aconsejamos ir eligiendo vuestros deseos, porque todo deseo, antes o después, termina por hacerse realidad.