El triunfo de la ilusión y la gestión

El triunfo de la ilusión y la gestión

La izquierda tiene un megamarrón en Madrid. Y no sólo porque esta vez haya vuelto a arrasar la derecha en las urnas sino, sobre todo y por encima de todo, porque entre el presidente del Gobierno y su sobrevalorado maquiavelete Iván Redondo han aupado a Isabel Díaz Ayuso a la categoría de mito, de celebridad, de leyenda. Su estólida prepotencia provocó que todo el linchamiento al que la sometieron tuviera consecuencias benéficas para ella porque era cantosísimo y un efecto bumerán para ellos que ha terminado por reventarles sus nada augustas testas.

Lo de Isabel Díaz Ayuso se estudiará más pronto que tarde en las Facultades de Ciencias Políticas por razones obvias y en las de Sociología y Psicología como ejemplo de lo que ahora el cursi sanchismo denomina “resiliencia”. Nunca, al menos no en tiempos recientes, he presenciado un lapidamiento tan bestia y sádico como el que ha sufrido la presidenta de Madrid a manos de la izquierda política y la izquierda mediática. Nos la vendieron como una tonta del bote, menos mal que era tonta porque si llega a ser lista saca 136 escaños, le llamaron “loca” jugando mal con las siglas de su identidad “IDA [aunque en realidad es INDA, Isabel Natividad Díaz Ayuso]”, la tildaron de “gorda” en uno de los ejercicios más repugnantes de machismo de los que tengo memoria, han llegado incluso a decir que es “menos mujer” por enfrentarse al feminazismo e incluso Mónica García la menospreció por no ser madre, como si la líder de Más Madrid fuera la única progenitora del mundo-mundial. Manda huevos.

La tan ruin como idiota campaña de acoso y derribo no queda ahí. También la tildaron de “corrupta” por irse a vivir a un apartahotel en plena primera ola y pagar 80 euros diarios en lugar de los 200 que costaba en la antigua normalidad. Hace falta ser membrillos, cazurros y Abundios de la vida para montar una campaña sobre la base de una tarifa que, a mi juicio, sí era un timo… ¡pero de Kike Sarasola a la presidenta de Madrid! Más que nada, porque el recinto hotelero tenía sólo cuatro habitaciones ocupadas de las 100 disponibles. Y las críticas vomitivas salían de la boca de personajes como Pablo Iglesias e Irena Montera, que viven en un casoplón de 1,2 millones de euros que compraron por 675.000, o de la mismísima Mónica García, una cayetana del barrio de Salamanca que no vive precisamente en una chabola. Por cierto: INDA vive en un estudio de 60 metros cuadrados.

La campaña de acoso y derribo se les fue definitivamente de las manos aquel lunes del tardoseptiembre en el que el chulo-discoteca de Pedro Sánchez se presentó en la sede de la Comunidad de Madrid perdonando la vida a su inquilina. Miguel Ángel Rodríguez, que le da sopas con honda a un Redondo que no es infalible como el Papa, aceptó el envite con un matiz: “La rueda de prensa debe ser conjunta y con tantas banderas de Madrid como de España”. Consecuencia: parecía una cumbre bilateral Sánchez-Merkel. Aquella jornada el presidente del Gobierno otorgó estatus de lideresa supramadrileña a su odiada Ayuso, que ha barrido entre otras muchas razones porque la despreciaron.

Frente a una persecución inmisericorde, Ayuso respondió con gestión, gestión y más gestión durante los 22 meses de legislatura

Algo parecido, pero ni mucho menos igual, ha ocurrido con Ciudadanos, que fue de gallito durante los 22 meses escasos que duró la anterior legislatura y ha acabado peor que la UCD de Calvo-Sotelo, pasando de 26 decisivos escaños y casi sorpassar al PP a desaparecer. Las felonías diarias, la filtración diaria de noticias antiAyuso a medios de ultraizquierda y el descarado coqueteo con el PSOE que iba a culminar con la moción de censura provocaron el puñetazo en la mesa de la presidenta de Madrid y la convocatoria de unas elecciones en las que de la mano del motero Bal han sacado el 3% de los votos. Un harakiri como otro cualquiera. Se lo tienen merecido por traidores.

Frente a toda esta persecución inmisericorde, nuestra protagonista respondió con gestión, gestión y más gestión durante los 22 meses escasos que duró la legislatura interruptus. Basta con tratarte en un hospital público madrileño, como sucede a mi entorno más cercano, para certificar que nuestra Sanidad es de primera división europea, si no mundial. Claro que esto no es sólo mérito de ella sino de Alberto Ruiz-Gallardón y muy especialísimamente Esperanza Aguirre. Una Esperanza Aguirre que inauguró en su mandato 11 hospitales en las zonas más necesitadas de Madrid. Un hito del que se continúan beneficiando cientos de miles de madrileños que por eso, entre otras cosas, votan PP.

¿Y qué me dicen del Zendal? ¿Y qué les digo yo? Yo les digo que si fuera una infraestructura china los medios se pasarían horas, días, semanas, meses incluso, hablando de la “octava maravilla del mundo”. El caso es que Ayuso la levantó en cuatro meses y con una calidad mejor que la de Wuhan, que no era sino meros barracones mejor o peor ensamblados. Aquí la izquierda y la ultraizquierda convirtieron en objetivo unánime de sus ataques un hospital que está salvando miles de vidas y sirve de apoyo a la vacunación anticovid. Hace falta ser zopencos para meterse con un centro sanitario que, como no puede ser de otra manera, respaldan todos los ciudadanos excluidos los sectarios y los locos. Otro regalo a INDA.

Y, en un comportamiento más propio de quinquis o de niños malcriados que de dirigentes democráticos, optaron por sabotear el Zendal por sindicalistas interpuestos. El día que no se sellaban los grifos, se robaban respiradores y el que no se sellaban los grifos y se robaban respiradores, desaparecía material vital para evitar paradas cardiorrespiratorias, se activaban las alarmas de evacuación en mitad de la noche o inutilizaban los termos eléctricos del agua caliente.

En fin, delincuentes puros y duros y homicidas en potencia. Enésimo favorcete a INDA.

Lo de convertir Madrid en una imaginaria región tomada por el fascismo es tan burdo, tan mentecato, tan torpe y tan palmario que me cuesta creer que el coeficiente intelectual de sus autores esté por encima de la normalidad. Madrid no es la Milán de Mussolini, tampoco el París de Pétain o la capital de España en tiempos de Franco, menos aún el Berlín de Hitler. Otro obsequio para INDA. Y lo de las amenazas para sustentar el montaje anterior es para mear y no echar gota. A todos los políticos y a todos los periodistas de cierto nivel nos llegan cartas, llamadas o emails en los que nos advierten de que nos van a cortar el pescuezo o pegarnos un tiro. De eso le puedo dar unas cuantas lecciones al llorón Iglesias. Vamos, que desafortunadamente lo sucedido no es una excepción sino la regla, una regla que se repite semanalmente como mínimo. Y cuanto más poder tiene uno, más intimidaciones llegan. Que el temita no colaba lo demuestra el evidente hecho de que nunca se han visto en la red tantos memes sobre un asunto de actualidad. En fin, otro presente para una INDA que igualmente es objeto de mafiosos avisos a navegantes, mafiosos avisos a navegantes que ella despachó con una frase demoledora: “Yo también recibo amenazas pero nunca las comento ni hago circos como la izquierda”. Jaque mate. Política de altura y no de bajura como la de otros.

Frente a toda esta panda de sucios trileros, mangantes y tramposos de tres al cuarto, la presidenta opuso dos argumentos: gestión en cantidades industriales e ilusión. Una gestión que se resume en lo económico con unos guarismos espectaculares que por sí solos ya serían motivo para haber metido la papeleta de Ayuso ipso facto: el Producto Interior Bruto (PIB) de Madrid creció un 4,4% en el último trimestre de 2020, once veces más que la media nacional (+0,4%) y casi 12 más que Cataluña (-0,5%). Eso se ha traducido en que Madrid creó 40.400 empleos en el primer trimestre mientras el incompetente Sánchez destruía 137.500 en el conjunto de España. Otro agasajo para INDA a costa, eso sí, del sufrimiento de cientos de miles de familias que padecen el drama del paro más por culpa de este Gobierno que por la pandemia.

El capítulo fiscal es otro hecho que suscita el mosqueo. Al punto que sospecho que Redondete sigue trabajando para el PP donde, como nos reveló Manuel Cerdán, ganaba más que el propio ¡¡¡Mariano Rajoy!!! Gabilondo, al que convirtieron en un no-Gabilondo con la simpatía que generaba el real, prometió que no tocaría los impuestos. Al día siguiente, o al otro, salió María Jesús Montero desdiciéndole y a la semana Pedro Sánchez remató la faena confirmando las palabras de la ministra de Hacienda. Una puñalada mortal de necesidad teniendo en cuenta que los madrileños no son diferentes a cualquier otro terrícola. Y sólo a los terrícolas tontos y locos les pone que les suban los impuestos. INDA no se podía creer este nuevo regalo del cielo.

Madrid es la envidia de todo el mundo por tener la economía operativa casi al 100% con una incidencia acumulada razonable

La gestión de la pandemia ha sido sencillamente descomunal. Claro que con el clarividente Ruiz Escudero, el matrícula de honor Zapatero —fue el mejor de su promoción—, González Armengol y el jefe del Zendal, una especie de Einstein a la española llamado Fernando Prados, hacerlo mal es casi imposible. Pero había que elegirlos. Y los eligió ella. Madrid es desde hace meses la envidia de todo el mundo por tener la economía operativa casi al 100% con una incidencia acumulada razonable. París, que lleva con tiendas y restaurantes cerrados desde hace seis meses salvo las de alimentación y farmacias, tiene 474 contagios por cada 100.000 habitantes frente a los 317 de Madrid.

La comparación es igual de escandalosa con Bélgica o Milán, donde no saben lo que es tomarse esas cañas que tanto molestan a Carmen Calvo desde hace medio año. ¿Me puede alguien explicar por qué el País Vasco está infinitamente peor que Madrid con medidas infinitamente más severas y por qué Navarra y Aragón casi a la par con horarios de cierre draconianos? Por cierto: INDA debería invitar a Sol a la vicepresidenta primera de Sántxez y al malversador Tezanos, so pena de ser acusada de malnacida y con razón, para agradecerles su granazo de arena en la megavictoria del 4-M. Lo de la de Cabra es de aurora boreal: “Para un socialista es dificilísimo hablar de cañas, ex y berberechos”. Lo del jeta de Tezanos, que ha arruinado el CIS manipulando salvajemente encuestas y finiquitando su histórica neutralidad, fue otra atención a la candidata del PP. Aseguró en un artículo publicado en campaña en la revista que le subvenciona Sántxez, bueno, todos los españoles, que “Ayuso tiene escaso nivel intelectual y político”. Item más: llamó a los madrileños que la votan “tabernarios”. Gracias, Tenazas.

La campaña electoral guionizada por el otro genio en la sombra, un Miguel Ángel Rodríguez que trabaja de 8.00 a 00.00, es de manual. Frente al pensamiento único, el resentimiento, las mentiras, los muertos por covid que pusieron encima de la mesa el jefe de las residencias, Pablo Iglesias, y Mónica García, nuestra protagonista optó por la ilusión. Por ese tridente de derechos del que habla la Declaración de Independencia de EEUU: “Vida, felicidad y libertad”. Una palabra, esta última, manida pero que nunca vino tan a cuento y que jamás en tiempos recientes se empleó con más tino. Libertad individual y fiscal. A los madrileños no les van a decir ni a contar que son la envidia del mundo. Los extranjeros y los no tan extranjeros, por ejemplo, un valenciano o un catalán, flipan cuando vienen por la capital de España y la comparan con lo que pasa en sus lugares de origen. Acá está todo abierto, con las lógicas medidas de seguridad y distancia social, y allá todo chapado más allá de media tarde.

Y frente al matonismo saqueador de Sántxez, la política más valorada de España en estos momentos ha respondido con la promesa de nuevas bajadas de impuestos, por ejemplo, en esas donaciones o sucesiones de tíos a sobrinos, y con menos IRPF para los que más tienen y para los que menos. Es más, una persona con ingresos bajos apoquina menos al fisco que cualquier otro ciudadano de España en su misma situación de renta. Juan Madrileño ha apostado mayoritariamente por Ayuso porque está sobrellevando la crisis económica y sanitaria mejor que cualquier otro Juan Español de la vida. Porque sus bares, sus tiendas, sus restaurantes, sus hoteles, sus negocios y sus puestos de trabajo no han tenido que echar el cierre para siempre. Porque el bolsillo no está lleno, ni mucho menos, pero al menos queda para vivir con dignidad. Porque no tienen que estar encerrados en su casa como si esto fuera un remedo de las peores épocas de la dictadura en las que Franco echaba mano del estado de alarma, sitio o excepción cada vez que la gente se le desmandaba. Isabel Díaz Ayuso o la gestión. O la ilusión. Parecía imposible pero ella lo hizo. Y sus administrados que, como los del resto de España, son siempre mucho más sabios que sus administradores, apostaron por su continuidad. En Italia, Francia o Alemania no siempre cae el que gobierna mal ni se mantiene el que lo hace bien. Aquí, sí, aquí, allá y acullá. Siempre ha sido así y es algo que nos convendría tener presente para acabar con esa mentalidad cainita y autodestructiva que tanto nos gusta. Otra moraleja del caso Ayuso. La mejor y mayor novedad política que se recuerda en España en décadas. Triunfó porque la despreciaron. Que sigan así, que ella seguirá asao gobernando bien, creando riqueza y generando ilusión. Seguirán ladrando porque ella seguirá cabalgando.

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