¿Tienen que ser las vacaciones de los Reyes secretas?

¿Tienen que ser las vacaciones de los Reyes secretas?

Nadie puede poner en duda el derecho de la Familia Real española a tomarse unos días de vacaciones después del complicado curso oficial que finalizó a finales de Julio. Pero muchos ciudadanos se preguntan es si es necesario el celo que ponen los actuales Reyes en ocultar el destino elegido por ellos para descansar de preocupaciones, compartir tiempo de ocio con sus hijas y recargar pilas para el  otoño próximo. Desde el ¿Pero tu crees que esto son vacaciones? que la entonces Princesa Letizia respondió a una periodista en el Club Náutico de Palma de Mallorca, los hoy Reyes buscan el anonimato en su veraneo a base de perderse en destinos turísticos en el extranjero para que nadie les perturbe o les moleste. Y se convierte en una serpiente de verano el tratar de averiguar a donde han escapado los Reyes Felipe y Letizia con sus hijas Leonor y Sofía para eludir a los paparazzi que les buscan por los rincones más recónditos del planeta.

El problema es que, según podemos ver en las revistas y medios de sociedad, los ciudadanos ven al resto de las familias reales europeas disfrutando de sus vacaciones en los distintos escenarios elegidos por ellas. En la playa, en el campo, a bordo de embarcaciones en el mar, practicando deportes de todo tipo, los integrantes de la realeza se dejan fotografiar y aceptan que eso forma parte de sus vidas ya que eso va incluído en sus cargos y sueldos.

Se podría argumentar que la Familia Real española ha cumplido con esa exigencia  este verano: seis o siete escasos minutos en Marivent, en los que si se descuidan los fotógrafos apenas tienen material, y en su visita a la exposición de Sóller, que recoge la amistad entre Pablo Picasso y Joan Miró. Una actividad en la que la Reina Letizia cortó de raíz la posibilidad de que sus hijas expresaran sus impresiones al manifestar a los periodistas que no iban a obtener titulares de boca de las niñas sobre la exposición. Algo que dejó muy chafados a los informadores que esperaban a las puertas del museo. Nada que ver con aquellas visitas de Doña Letizia y sus hijas al Club Náutico para despedir a don Felipe antes de la regata, oportunidad de oro para obtener fotos llenas de espontaneidad y encanto familiar.

Ese empeño por evadirse de los Reyes tampoco coincide con lo que hicieron durante años los Reyes Juan Carlos y Sofía que junto con sus hijos disfrutaban enormemente de su veraneo en Mallorca y soportaban con paciencia a los paparazzi de retratarles en sus momentos más privados y hacer su agosto con esas fotos robadas. No creo que nadie tenga, a estas alturas del verano, un interés especial en saber cual es el lugar elegido por los Reyes para sus vacaciones secretas. Pero tal y como están las cosas aquí, dentro del territorio nacional, con unas bandas de descerebrados que optan por hostigar a los turistas que sostienen una parte importante de la economía nacional, muchos ciudadanos hubieran visto muy apropiado que el Jefe del Estado y su familia hubiera aparecido en dos o tres puntos de interés de la costa y del interior para dar una imagen en positivo de los atractivos innegables de España.

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