Un inútil al frente de Correos

Se puede ser todo lo caritativo que la ocasión demande, pero convendrán con el autor en que un ejecutivo que recibe una de las grandes empresas públicas saneadas, con un cuarto de millón de empleados, y unos años después la tiene en quiebra, no merece mucha misericordia.

Así son las cosas, acreditadas con cifras. La principal empresa de paquetería de España, Correos, va a perder cerca de 200 millones de euros. Hete aquí, que una empresa pública rentable hasta la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, perderá durante el presente ejercicio casi un 450% más de lo previsto.

¿Quién es este inútil presidente de la cosa? ¿Había gestionado algo en su vida antes de ser nombrado políticamente por el presidente más sectario e irresponsable que nunca tuvo este país? Responde por el nombra de Juan Manuel Serrano y en la empresa privada jamás hubiera sido cooptado. Y de haberlo sido, lo hubieran puesto de patitas en la calle a los dos meses. ¿Su sueldo confesado? Alrededor o más del cuarto de millón de euros.

Este gestor dijo esto al sentarse en el sillón de Correos: “Si con 200.000 euros llevé a Pedro Sánchez a La Moncloa, imagínate aquí…”. Ni dimitió al conocerse públicamente su talante, tan puro y democrático, ni fue destituido.

Ha iniciado una refundación de la histórica empresa pública que está resultando un completo desastre. Es un caso de libro para someterlo a una auditoría imparcial, así como sus campañas fatuas y prepotentes. Comprendo que le dé pánico que su amigo, del que dice que lo llevó a La Moncloa (toma nota Iván), deje el poder porque estará a la intemperie. Un claro ejemplo de a lo que conduce patrimonializar el Estado al servicio de inútiles amigos, incompetentes y avaros.