El golpismo desembarca en Valencia
El nuevo objetivo de los golpistas catalanes es la Comunidad Valenciana. Más fuertes que nunca tras la retirada del artículo 155 de la Constitución y con las constantes prebendas concedidas por el Gobierno de Pedro Sánchez, los separatistas catalanes han logrado que sus periodistas afines manejen los puestos de dirección en los informativos de la recién estrenada À Punt. La propaganda del golpismo amplía así su altavoz y persigue el viejo sueño expansionista del independentismo para constituir esa utopía llamada Països Catalans. No sólo tienen TV3, sino que ahora también cuentan con un medio que pagan todos los valencianos, pero que está a las órdenes de Quim Torra y sus acólitos.
De hecho, la nueva televisión de Valencia no es más que un remedo de la catalana, desde donde tanto han contribuido al feroz ataque contra España y su Constitución. Hasta el punto, incluso, de quemarla en directo. El estreno de À Punt no ha podido ser más desalentador para los valencianos que esperaban un medio plural. La directora general de la cadena, Empar Marco, ha dejado claro cuál es la misión de la Corporación que dirige cuando ha aparecido vestida de amarillo en su primera intervención ante los espectadores. No se puede esperar otra cosa de un lugar que está controlado por ERC, Més y Compromís. Tampoco de una comunidad presidida por Ximo Puig en compañía de Mónica Oltra, quien se autodefine como «soberanista de izquierda». Por otra parte, la actitud del Gobierno de Sánchez tampoco ayuda a tener a los independentistas controlados.
Los sediciosos, tras estar prácticamente asfixiados por el Partido Popular, vuelven a vivir una época oxigenada. Incluso se atreven a reabrir cinco de las mal llamadas «embajadas» en Europa y América que habían sido cerradas tras la aplicación del artículo 155 de nuestra Carta Magna. Es ahí precisamente, en la retirada del 155, donde radican muchos de los problemas que ahora empiezan a agigantarse. Si durante la gestión del PP siempre se pidió una mayor intervención de dicho artículo, ahora su completa abolición ha dejado el Estado de Derecho perdido a su suerte. El separatismo quiere seguir devorando voluntades y mentes e intentarán que en Valencia sean los siguientes. Si el Gobierno no defiende la dignidad de España, ¿qué será lo próximo? ¿Un indulto a Puigdemont?