Crispación en las ondas: la SER

Crispación en las ondas: la SER

El pasado domingo, el magacín matinal de la cadena SER “A vivir que son dos días” dedicó buena parte de su sección “Las edades de Millás”, a cuestionar los ataques sufridos en redes por el director del programa y el escritor Juan José Millas. Ataques lanzados por sus propios oyentes, que no compartían las críticas a Fernando Simon por tomarse un breve descanso. El director del magacín, Javier del Pino, dijo que lo propio de una audiencia de izquierdas era tener pensamiento crítico. Un pensamiento que al parecer no permitía criticar al programa, pues el pensamiento solo es crítico cuando sigue sus consignas. Por otra parte, dice mucho que Pino dé por hecho que sus oyentes son de izquierdas y comparten sus valores. Mirando la historia de las izquierdas, dice mucho que crea además que el disenso es algo de izquierdas: en la mayoría de los casos solo lo ha sido cuando se trataba de cuestionar posiciones contrarias. Insistiendo en la idea, el podcast ha sido colgado en la web como “¿La intolerancia es también de izquierdas?”. Viendo este enfoque, uno se pregunta ¿dónde quedó la pluralidad? Proclamar una doctrina del programa, cambiarla con el tiempo, y regañar a los oyentes por infidelidad es contrario a los valores elementales de la radio.

Pero esto no fue lo peor que ocurrió la semana pasada en la SER. En otro programa llamado “La lengua moderna”, el humorista Héctor de Miguel alias Quequé y Carmen Romero se mofaban de la gente que muestra ilusionada las ecografías de sus hijos en gestación. A decir de la tal Romero, “yo hago cacas más humanas”. Por si no había quedado claro el mensaje, compartieron en twiter el video de la gracieta con la frase “las ecografías en 3D tienen que parar. Pocos abortos hay”. Habría que recordarles a estos señores que nuestro vigente Código penal, el mismo que despenaliza el aborto en ciertas condiciones, lo considera delito en todo caso cuando se produce contra la voluntad de la madre; y que la protección del no nacido se complementa con un delito de lesiones al feto. Hacer esta mofa de los no nacidos deseados resulta toda una agresión que, de haberse hecho contra personas nacidas, habría dado lugar a querellas por odio. Pero como son bebés no nacidos y gente legítimamente ilusionada con el hijo el camino (en un país con un grave problema demográfico), se hace humor contra ellos pretendiendo deslegitimar socialmente la maternidad y paternidad.

Hace mucho tiempo que la SER práctica una radio sectaria y tendenciosa. Un estilo crispado y agresivo, que hizo historia en algunos momentos como la tarde del 14 de Marzo de 2004, cuando la SER agitó la jornada de reflexión electoral. Una radio que promueve constantemente anti-valores y doctrinas destructivas, como lo que hemos visto sobre la vida, o la crispación contra la fama de su propio héroe Fernando Simón.

Pese a todo, la SER sigue siendo la radio más seguida por dos razones: es la que tiene mejor cobertura (gracias a los gobiernos del PP y PSOE, que la han favorecido), y es la que ofrece una programación de más calidad técnica (que no moral) por su abundancia de medios. Pero la degeneración de la cadena, su estilo crispado y su contenido sectario no parecen tener límite, visto lo visto la última semana: la propia radio se enfrenta a sus oyentes, y falta al respeto a una parte de la población y a sus hijos concebidos. Pese a su admirable historia, la SER va por mal camino… ¿Otro síntoma de degeneración?

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