Así lava el cerebro Podemos a los niños

Pablo Iglesias y Manuela Carmena (foto: Ahora Madrid).
Pablo Iglesias y Manuela Carmena, en un acto de la campaña electoral de las municipales (Foto: Ahora Madrid).

Madrid ha caído en desgracia definitivamente. Cada día que pasa, el equipo dirigido por Manuela Carmena demuestra con más ahínco el absoluto desprecio por la ciudad y sus habitantes. En las últimas semanas, los gestores del Consistorio han subido varios niveles en la falta de moral, ética y respeto. Si a lo largo de estos días les habíamos contado en OKDIARIO el uso guerracivilista que están dando a la Ley de Memoria Histórica, este pasado viernes han puesto la guinda con una fiesta de carnaval donde niños y padres han asistido con estupor a una función aberrante repleta de intolerancia, violencia, insultos y referencias sexuales explícitas.

Estupefactos ante el espectáculo, las familias han podido ver, en pleno horario infantil de tarde, como apuñalaban al muñeco de una monja y de un policía, ahorcaban al de un juez y un banquero y exhibían una pancarta que exaltaba tanto el terrorismo islámico como el de ETA con el juego de palabras «GORA ALKA-ETA». Un delito por el que los efectivos de la Policía Nacional han tenido que llevarse detenidos a dos de los actores contratados por las podemitas Celia Mayer y Montserrat Galcerán. De nuevo, el equipo dirigido por Manuela Carmena ha convertido un evento de fiesta y alegría en un absoluto escándalo aunque, en comparación con esto, la pasada cabalgata se queda en mera broma de mal gusto.

Un incidente de este tipo es mucho más que una mera Carmenada y debe significar la destitución fulminante de Mayer y Galcerán como responsables directas de este atentado civil. Además, Manuela Carmena no puede seguir refugiada tras su cómodo silencio mientras cada día es más evidente que la ciudad se le ha ido completamente de las manos. La alcaldesa tiene que dar explicaciones de cómo y por qué contrataron a estos titiriteros proetarras que ya se anunciaban en su página web con el mismo sesgo delictivo. Incluso la propaganda más abyecta y el lavado de cerebro más premeditado tienen un límite y este hecho los ha destrozado todos. Ahora dirán que «está sacado de contexto», como hicieron con los tuits del ínclito Zapata, pero lo único cierto es que han tenido que intervenir las fuerzas de orden público.

Una escenificación totalmente errada donde también aparecían penes y testículos delante de una audiencia con más de 30 niños entre los tres y los seis años. No hay disculpa para este equipo de Gobierno que tiene secuestrada la capital de España. Cuando los madrileños aún no alcanzan a entender qué están haciendo con la Ley de Memoria Histórica, vuelven a insultar y maltratar la sensibilidad y la paciencia de todos ellos hasta un punto intolerable. Esto no debe seguir así. Esto no puede quedar así.

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