Aplastante respuesta del constitucionalismo
Algunas acciones se convierten en símbolos. La respuesta ciudadana de este viernes en la entrada del Palacio de la Almudaina supone una aplastante victoria del constitucionalismo. La presencia de más de 800 personas con banderas de España ante la amenaza de un escrache que pesaba sobre Felipe VI es sólo un gesto, cierto, pero un gesto que ha de ser emulado por esa inmensa mayoría de ciudadanos que en España creen en el jefe del Estado, en la Carta Magna y, por extensión, en la seguridad jurídica que ambas figuras representan. Esta respuesta de los mallorquines deja también retratados al presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell, al del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, y al alcalde de Palma, Antoni Noguera.
Los tres mandatarios radicales habían tratado de convertir la tradicional recepción de la Almudaina en una oportunidad propicia para despreciar al Rey. Al final, el tiro propagandístico les ha salido por la culata ante la reacción de los constitucionalistas baleares. Con sus comportamientos, espoleaban las veleidades de los CDR que querían escrachear a Felipe VI. Una irresponsabilidad que al final les ha hecho quedar en ridículo gracias al éxito de la convocatoria organizada por Sociedad Cívica Balear. Una iniciativa que ha de ser emulada en el resto de España, especialmente en Cataluña, donde ante las amenazas de Quim Torra, la mayoría constitucionalista tiene que hacer de la paz y el civismo una constante herramienta de presencia.
El Rey acudirá a Barcelona por el aniversario de los atentados yihadistas. Ante las amenazas que está recibiendo por adelantado, ante el acoso de los CDR contra el juez Pablo Llarena, ante los asaltos de estos radicales a sedes de partidos políticos, la única respuesta es un gran apoyo al Monarca en las calles. Una manera de demostrar que el chantaje separatista, igual que ha pasado este viernes en Palma de Mallorca, no podrá con el ánimo de los españoles. Sin embargo, todas estas iniciativas han de contar con el apoyo del Gobierno socialista a nivel institucional. De nada servirá que los ciudadanos se signifiquen si después Pedro Sánchez sigue concediendo a los herederos de los golpistas todo lo que pidan.