Adiós a los tirones de correa: el truco de los expertos para que sacar a tu perro no sea una odisea


Para muchos perros, uno de los momentos más esperados del día es cuando su dueño se dirige hacia la puerta con la correa en la mano. Ese simple gesto despierta una emoción enorme, ya que implica salir de paseo. Sin embargo, una vez en la calle, algunos perros tiran con demasiada fuerza de la correa. Este comportamiento, que parece inofensivo al principio, puede terminar volviéndose incómodo, molesto y hasta peligroso. Por eso, es fundamental entender qué lo provoca y cómo se puede corregir de una manera respetuosa y efectiva a la hora de pasear al perro, según los consejos de expertos en conducta canina.
Varios expertos en comportamiento animal explican que este impulso por tirar de la correa no responde a un único motivo, sino a una combinación de factores. Por un lado, está la sobreexcitación: al estar al aire libre, muchos perros se sienten tan estimulados por los olores, sonidos y movimientos que simplemente se olvidan de las órdenes y pierden el control. Por otro lado, algunos perros se ponen nerviosos en ambientes con mucho movimiento, ruido o presencia de otros animales, y la forma en que canalizan esa ansiedad es caminando rápido o tirando de forma impulsiva. En algunos casos, incluso la propia correa puede ser un factor de incomodidad si está demasiado apretada.
¿Cómo evitar que el perro tire de la correa durante los paseos?
La Sociedad Protectora de Animales (SPA) señala algo clave: cuanto más tensa está la correa, más fuerte tenderá a tirar el perro. Esto genera un círculo vicioso que alimenta el problema. Además, algunos perros tiran simplemente porque no tienen suficiente actividad física o estímulos durante el día, y al salir a la calle liberan toda esa energía acumulada.
Para solucionar este problema, los expertos recomiendan utilizar un arnés que se ajuste correctamente al cuerpo del animal, sin apretarlo pero sin que le quede flojo. El arnés permite distribuir la presión de manera más uniforme, evitando daños en la tráquea y el cuello. Además, muchos modelos están diseñados específicamente para ayudar a controlar mejor al perro durante el paseo, sin causarle dolor ni incomodidad.
Respecto a la correa, lo ideal es que tenga entre dos y tres metros de longitud, y sea regulable. Estas correas ofrecen un buen equilibrio entre libertad y control, permitiendo que el perro explore pero sin alejarse demasiado. Las correas extensibles,no siempre son la mejor opción en ciudad o cuando se está enseñando al perro a caminar correctamente.
Cómo enseñar al animal a caminar sin tirar
La paciencia y la coherencia son fundamentales a la hora de modificar este tipo de comportamientos. El adiestrador canino Nicolas Lasfargues aconseja iniciar el paseo caminando en línea recta y utilizando una palabra clave como «junto» mientras el perro camina al lado de tupierna. Esta orden se debe repetir con voz calmada pero firme, y siempre acompañada de gestos claros.
Cada vez que el perro mantenga su posición y no tire, es importante reforzar ese comportamiento con una felicitación verbal o, mejor aún, con una pequeña recompensa. Esto le ayudará a asociar esa conducta con una consecuencia positiva.
Si, por el contrario, el perro empieza a tirar, la clave no está en castigarlo ni en tirar de la correa con fuerza. Lo más eficaz es detenerse, girar y cambiar de dirección. Este cambio inesperado obliga al animal a prestar atención a tus movimientos. Repetir este patrón una y otra vez hará que el perro entienda que si tira, no avanzará hacia donde quiere.
Errores a evitar
Uno de los errores más habituales durante el paseo es permitir que el perro camine haciendo zigzags o yendo por delante todo el tiempo. Esto puede parecer inofensivo, pero le transmite el mensaje de que él lidera el paseo. Lo ideal es establecer un ritmo claro y una dirección definida, evitando cambios constantes que puedan desorientarlo.
También es fundamental evitar los gritos o los tirones bruscos. Estos métodos no solo son ineficaces, sino que pueden generar miedo y aumentar el estrés del animal. La educación debe basarse en el refuerzo positivo y en la constancia.
Otro error común es no adaptar el paseo a las necesidades del perro. Hay perros más tranquilos que requieren paseos relajados, mientras que otros más activos necesitan caminar a paso ligero o incluso correr. Es importante observar a nuestra mascota y ajustar el paseo a su nivel de energía.
Cuando logras que tu perro camine sin tirar de la correa, el paseo se transforma en una experiencia mucho más agradable para ambos. El animal disfruta del recorrido sin estrés, aprende a seguir tus indicaciones y fortalece su vínculo contigo. Por tu parte, te ahorras tirones, frustraciones y posibles accidentes.
Educar a un perro para que camine sin tirar no es cuestión de un día, pero con constancia y una actitud positiva, los resultados llegan antes de lo que imaginas. Como en cualquier aspecto de la vida con nuestras mascotas, lo más importante es el respeto, la comprensión y el cariño mutuo.