La Puerta del Sol tendrá sombra por primera vez en 163 años: así son los toldos que colocará Almeida
Teniendo en cuenta los plazos administrativos, los toldos podrán colocarse ya para el verano de 2025
Por primera vez desde su creación, la Puerta de Sol tendrá espacios de sombra. El Consistorio de José Luis Martínez-Almeida -que lleva meses trabajando en este tema- tenía ya los pliegos prácticamente cerrados a la espera de la decisión de la Comisión Local de Patrimonio Histórico, que ha dado luz verde a la solución de toldos para la Puerta del Sol propuesta por el Ayuntamiento con la prescripción de ver in situ, una vez adjudicado el contrato, una muestra de los anclajes y de la tela que se utilizarán.
Desde que finalizaron las obras de remodelación integral de la Puerta del Sol, el Consistorio viene trabajando en distintas soluciones para crear espacios de sombra en este espacio y la primera de estas opciones era la instalación de toldos. Es importante señalar que el proyecto ganador del concurso organizado entre el Ayuntamiento y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y que fue seleccionado por un jurado integrado por prestigiosos arquitectos entre más de 150 propuestas presentadas, no preveía la instalación de elementos de sombra.
Luego, con el desarrollo del proyecto de ejecución, se propuso la plantación de nueve árboles en el único espacio que no disponía de infraestructuras bajo la cota del pavimento, donde se encuentra la mayor estación de metro de Madrid o la estación de Cercanías de Adif, así como innumerables galerías de servicios e infraestructuras. Presentada la idea a la Comisión Local de Patrimonio Histórico, ésta dictaminó que estos árboles no tenían sentido porque su ubicación no respondía a criterios urbanísticos ni patrimoniales, sino a la oportunidad de la ausencia de una losa de hormigón bajo el pavimento.
Por tanto, dictaminó que no debían ponerse esos árboles. No obstante, desde que finalizaron las obras y sensible a este problema de la falta de sombra en la plaza, el Ayuntamiento ha estado trabajando para buscar una solución. Instalar elementos que den sombra en la Puerta del Sol, que es un espacio de máxima protección y Bien de Interés Cultural, no es lo mismo que hacerlo en otros lugares de la ciudad. Por eso, el Ayuntamiento ha trabajado con el mismo equipo que había proyectado la plaza, dirigido por José Ignacio Linazasoro, que es catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid y Académico de la Real Academia de San Fernando.
Como resultado de esa colaboración, se realizó un proyecto básico para la instalación de unos toldos que se presentó a la Comisión Local de Patrimonio Histórico en diciembre de 2023. La Comisión lo dictaminó como «viable», pero prescribió la presentación del proyecto de ejecución completo con todos los cálculos y detalles constructivos, así como el tipo de elementos textiles que se proponían para la plaza antes de dar su autorización. Los estudios y cálculos sobre resistencia a los vientos y los necesarios anclajes para estos toldos en un entorno BIC han sido muy complejos y han involucrado a diferentes ingenieros hasta que se ha podido tener el proyecto completo.
Este proyecto se presentó en las pasadas semanas a la Comisión Local de Patrimonio Histórico y, finalmente, fue incluido en el orden del día de la reunión de la Comisión del pasado viernes 12 de julio, donde obtuvo dictamen favorable con la condición de ver in situ antes de su instalación la tela de los toldos y los anclajes a instalar. El Consistorio, que lleva meses trabajando en este tema, tenía ya los pliegos prácticamente cerrados a la espera de este visto bueno de la Comisión.
Por ello, una vez obtenido este dictamen favorable, el proyecto pasará por la asesoría jurídica y la intervención del Ayuntamiento para poder licitar su fabricación, montaje e instalación, de manera que, teniendo en cuenta los plazos administrativos, los toldos podrán colocarse ya para el verano de 2025, es decir, la Puerta del Sol tendrá elementos de sombra por primera vez en sus 163 años de vida.
La solución que se adoptará, que ha requerido numerosos cálculos y análisis para avalar que los toldos sean plenamente seguros para los viandantes y para el propio patrimonio y que compatibilicen las necesidades técnicas de anclaje y resistencia a los vientos con la proyección y la puesta en valor de dicho patrimonio, consiste en una estructura auxiliar de carácter no permanente que permita la instalación de toldos sobre el paseo semicircular norte de la plaza y sobre los nuevos bancos. Esta estructura se instalará solamente durante los meses de más calor y se desinstalará posteriormente.
La instalación contempla una serie de mástiles de acero inoxidable anclados en los nuevos bancos de granito a través de tubos roscados que permitan su instalación y desinstalación. Sobre estos elementos rígidos se dispondrán unos tensores anclados a su vez a la fachada de los edificios que conforman la plaza sobre el zócalo comercial. Estos tensores permitirán instalar una serie de piezas textiles de color claro.