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Olvídate de las perchas: Descubre el método japonés para guardar abrigos eficazmente

Gracias al método de Marie Kondo vas a poder guardar tus abrigos de forma correcta

Cambio de estación: trucos para limpiar y guardar la ropa de verano

guardar abrigos
El método japonés para guardar abrigos
Blanca Espada

Imagina entrar a tu casa y sentir esa paz y orden que siempre has deseado. Esa es la magia del método japonés de organización inventado por la ya famosa Marie Kondo, una filosofía que ha conquistado corazones alrededor del mundo. No se trata solo de ordenar; es un estilo de vida que nos enseña a apreciar lo que tenemos y a vivir de manera más consciente. A continuación, te llevaremos paso a paso por un método que transformará la forma en que guardas tus abrigos, esos compañeros fieles del invierno que a menudo nos dejan preguntándonos cómo almacenarlos correctamente sin que ocupen todo el espacio.

Cada vez que las hojas caen o los primeros brotes de primavera aparecen, nos enfrentamos al mismo problema: ¿qué hacemos con los abrigos? Colgarlos ha sido siempre la opción más común, pero ¿es realmente la mejor? Aquí es donde entra en juego el método japonés de Marie Kondo, una alternativa que no solo optimiza el espacio sino que también cuida de tus abrigos, manteniéndolos como nuevos.

El Método Japonés para guardar los abrigos

No todos los abrigos son iguales, y el método japonés lo sabe que ideó Kondo. Por eso ofrece diferentes técnicas de almacenamiento dependiendo del tipo de abrigo que tengas. No es lo mismo guardar un plumas ya sea ligero o más pesado, que un abrigo largo de modo que deberemos diferenciar para que cada abrigo ocupe menos espacio y además, pueda aguantar bien hasta el próximo invierno.

El método japonés en sí consiste en doblar y guardar los abrigos en cajas o en bolsas de ropa pero hacerlo de una forma que incluso dentro de esa caja, no ocupe demasiado espacio y nos permita más prendas e incluso más de un abrigo.

Para los abrigos ligeros y de plumas

Estos abrigos son maravillosos porque, a pesar de ser ligeros como una pluma, nos mantienen calientes. Pero cuando llega el momento de guardarlos, su volumen puede ser engañoso. Estos son los pasos a dar para guardarlos sin complicaciones:

  • Preparación: Extiende el abrigo en una superficie plana y asegúrate de que no haya nada en los bolsillos.
  • Doblado de mangas: Lleva las mangas hacia el centro, como si el abrigo se diera un abrazo a sí mismo.
  • Enrollado inferior: Comienza a enrollar desde el bajo del abrigo hacia arriba, formando un cilindro compacto.
  • Enrollado superior: Ahora, haz lo mismo desde el cuello hacia abajo, hasta que ambos rollos se encuentren.
  • Finalización: Usa el cuello o la capucha para envolver el rollo y mantener todo en su lugar.

De este modo, ya los puedes meter en una caja y guardar esta hasta el próximo invierno. Puedes colocar dentro algunas gotas de aceite esencial o por ejemplo algo de lavanda para que conserve buen olor durante los meses en los que vaya a estar guardada la caja o bolsa.

Para los abrigos largos y de lana

Los abrigos de lana son un poco más delicados. Aman el espacio y odian las arrugas, así que aquí va un método especial para ellos:

  • Colgado adecuado: Si tienes que colgarlos, busca una percha que sea lo suficientemente fuerte para soportar su peso sin deformarlos.
  • Protección: Cubrelos con una funda de tela transpirable. Esto los protegerá del polvo y la luz sin atrapar la humedad como lo haría el plástico.
  • Relleno de mangas: Para mantener la forma, puedes usar papel de seda o incluso calcetines limpios para rellenar las mangas.

Consejos adicionales para el cuidado de tus abrigos

Ya hemos visto cómo puedes ahorrar espacio y mantener el orden de tu armario con el método japonés que nos permite guardar bien los abrigos, pero además podemos mencionar estos otros consejos para guardarlos de forma adecuada:

  • Bolsas de vacío: Son geniales para ahorrar espacio, pero ten cuidado con los abrigos que pueden perder su forma.
  • Rotación: Si tienes más de un abrigo, rota su posición de vez en cuando para evitar que se deformen por estar en la misma posición demasiado tiempo.
  • Limpieza: Antes de guardarlos, asegúrate de que estén limpios. A veces, un buen cepillado es suficiente, pero otros pueden necesitar una visita a la tintorería.

Lavado de Abrigos: Preparación esencial antes del almacenamiento

Precisamente en este último punto nos centramos ahora porque como decimos, es importante que los abrigos estén limpios antes de meterlos en una caja enrollados o de dejarlos de nuevo en el armario.

  • Abrigos de plumas y sintéticos: Siempre comienza por leer las instrucciones de lavado del fabricante. Cierra todas las cremalleras y botones, y vacía los bolsillos. Usa un detergente suave y selecciona un ciclo de lavado delicado con agua fría. Seca los abrigos de plumas en la secadora a baja temperatura junto con unas pelotas de tenis para ayudar a que las plumas se esponjen.
  • Abrigos de lana: La lana puede requerir cuidados especiales, así que verifica si se puede lavar en casa. Si es posible, lava a mano con agua fría y un detergente específico para lana. Una vez lavado extiende el abrigo sobre una toalla y enróllalo para extraer el exceso de agua. Luego, déjalo secar al aire en una superficie plana.

Con estos consejos, tu armario estará listo para recibir cualquier estación con los brazos abiertos. Guardar abrigos ya no serán un dolor de cabeza, sino que gracias a lo explicado se mantendrán en perfecto estado, listas para cuando las necesites. Así que, ¿estás listo para decir adiós a las perchas y hola a un armario más espacioso y organizado?.

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