La nueva realidad de Santos Cerdán: de negociar pactos en Suiza a limpiar bandejas de comida en la cárcel
Cerdán era el interlocutor directo con Puigdemont en las reuniones en Suiza con el aval de un mediador
La foto de la legislatura: Santos Cerdán, ex mano derecha de Sánchez, cazado en prisión por OKDIARIO

El que fuera el emisario todopoderoso del sanchismo para negociar los pactos de investidura de Pedro Sánchez hoy es un preso más de Soto del Real. La fotografía que publica OKDIARIO en exclusiva lo resume todo: Santos Cerdán, ex número tres del PSOE y hombre de máxima confianza del presidente del Gobierno, aparece limpiando con parsimonia una bandeja de comida frente a un cubo de basura. Viste una camiseta azul, bermudas, zapatillas deportivas y una expresión resignada. Lejos quedan los días de negociaciones discretas en Ginebra con emisarios de Carles Puigdemont. Ahora su rutina es la de cualquier recluso.
Cerdán, que fue el enlace clave entre La Moncloa y el líder fugado de Junts, se convirtió en una figura imprescindible para que Pedro Sánchez pudiera revalidar su mandato. No ocupaba un cargo en el Gobierno, pero su papel fue esencial: era el interlocutor directo con Puigdemont en las reuniones organizadas en Suiza con el aval de un verificador internacional. Sin ese delicado equilibrio de cesiones, pactos y mentiras, la actual legislatura jamás habría perdurado.
Hoy, sin embargo, su escenario es radicalmente distinto. Tras su ingreso en prisión, Cerdán ha sido trasladado al módulo 13, conocido como uno de los módulos de respeto. Allí comparte espacio con entre 80 y 100 internos bajo un régimen de convivencia basado en normas estrictas de conducta. Cada interno debe firmar un contrato que le obliga a renunciar a toda forma de violencia —física o verbal—, a mantener la limpieza de las zonas comunes y a mantenerse activo en tareas o actividades organizadas.
En estos módulos, los reclusos asumen parte de las labores habitualmente reservadas a los funcionarios de prisiones: desde cocinar y administrar el economato hasta limpiar o supervisar el orden. Así, Santos Cerdán ha pasado de organizar delicadas operaciones políticas para mantener viva la legislatura a realizar tareas rutinarias como el lavado de utensilios, el reparto de alimentos o la recogida de residuos, como muestra la imagen obtenida por este medio. El hombre que sirvió de puente entre el sanchismo y el independentismo catalán es ahora un preso sometido al silencio y las rutinas carcelarias.
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