El móvil de Óscar no muestra la parada en la que dice que Esther López se bajó de su coche y desapareció
El último informe de la UCO desgrana todos los pasos dados por el principal sospechoso a través de todos sus dispositivos y sus perfiles en Internet
La cronología de la madrugada del 13 de enero respalda todos los pasos relatados por Óscar mientras estaba con otros testigos, pero falta justo el de la pelea con Esther
El análisis de sus terminales también revela posibles borrados de localizaciones en momentos cruciales del caso y varias consultas a mapas de Traspinedo
Las imágenes del escenario montado por el autor de la muerte de Esther López que hablan por sí solas
La juez que investiga la muerte y desaparición de Esther López quería informes e informes está teniendo. Los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, con el apoyo de la Unidad Central Operativa, están echando más horas que un reloj para tratar de ayudar a la juez y a la Fiscalía a la hora de construir un relato que explique, al menos indiciariamente, qué sucedió para que la noche del 12 al 13 de enero alguien pusiera fin a la vida de Esther López, no le prestara ayuda inmediata y escondida su cadáver hasta decidir colocarlo en la cuneta en la que fue encontrado semanas después. El último de esos indicios llega ahora por omisión, ya que el episodio relatado por el principal sospechoso, la pelea con Esther que le hizo bajarse de su coche, no aparece entre los detallados registros de sus dispositivos móviles.
Somos esclavos de la tecnología, de eso no cabe la menor duda, y esa esclavitud puede ser tanto una ayuda para los investigadores de un caso como un gran inconveniente. En la investigación de Esther López el nivel de la investigación tecnológica está siendo crucial para un caso en el que los momentos críticos se produjeron en presencia de sólo dos personas. Una de ellas está muerta, la otra es el principal sospechoso.
Los investigadores repasan los relatos obtenidos durante estos cinco meses de investigación y en michos casos los están repitiendo. En las últimas jornadas ha habido nuevos interrogatorios en Valladolid, algunos de ellos con más de 400 preguntas sobre la mesa, otros de casi cinco horas de duración. Todos con el mismo objetivo: precisar al máximo lo ocurrido el 13 de enero a partir de las 02:48 de la madrugada. A esa hora Esther López se quedó a solas con Carolo y con Óscar, ambos investigados por la muerte de la joven junto a una tercera persona, Ramón El Manitas, cuya situación en el caso se ha ido deshaciendo con la aparición de nuevos indicios.
Minuto a minuto
La última de las gestiones pasan por el minuto a minuto de aquella madrugada y si los investigadores han podido entregarle esa cronología a la juez del caso es gracias al trabajo del Departamento contra el Cibercrimen de la UCO. Ellos son los que han combinado todos los dispositivos móviles del caso y las cuentas de correo para dar con todas las localizaciones posibles, y ahí es donde la versión de Óscar de lo que pasó justo antes de la desaparición de la joven falla.
En el teléfono del investigado aparece claramente como a las 03:19 estuvo en la carretera Soria-Zamora, justo en el punto donde está el restaurante La Maña, donde dice Carolo que él y Esther lo dejaron. La localización tiene un margen de error mínimo. Lo siguiente, según Óscar, debería ser que el teléfono marcara otra parada en la misma carretera, pero unos metros más adelante, en la vía de servicio, donde según él Esther se enfadó y se bajó del coche para perderse en la noche. Esa parada no aparece. Lo siguiente que vino después de La Maña fue la llegada de Óscar a la casa de sus padres en la urbanización El Romeral. De hecho, esa llegada se marca a las 03:22, sólo tres minutos después de haber dejado a Carolo. El enfado de Esther López sigue siendo algo que sólo Óscar sabe si es verdad pero que ahora además no puede demostrar de ninguna manera.
No es lo único llamativo del análisis de su terminal. Los agentes han ido detallando el minuto a minuto de la vida de Óscar a través de su teléfono desde el 12 de enero y no han tenido problema en conseguirlo hasta el 27 de enero a las 11:55 de la mañana. Ese día y a esa hora se acaban los datos posicionales y no vuelven a aparecer hasta el 26 de marzo a las 19:48. Los investigadores explican a su informe que esa ausencia de datos puede deberse a varias explicaciones, pero una de ellas es “la eliminación intencionada” de datos. Sea cual sea la causa de ese borrado lo que se ha eliminado es lo que sucede en la vida de Óscar días antes de que alguien moviera el cadáver de Esther López de sitio para colocarlo en la cuneta en la que fue encontrado.
El análisis de estos datos ha permitido a los investigadores hacerle llegar otro dato muy llamativo a la juez del caso. Óscar aseguró que él no se preocupó por la ausencia de Esther López, que era normal que alargara fiestas. No tuvo problemas en llegar a decir que el tipo de vida de Esther hacía prever que “algo así le podría pasar”. Más allá del pésimo gusto de sus declaraciones hay una actividad de su teléfono que merece una explicación: desde el 13 de enero, la mañana siguiente a la muerte de Esther López, hay varias consultas a zonas geográficas de los alrededores de Traspinedo a través de aplicaciones de mapas. Seguro que Óscar tiene una explicación razonable para todo lo anterior.