Tráfico de drogas

La estructura de Los Ángeles del Infierno en España: presidente, capitán de ruta y sargento de armas

Ángeles del Infierno
La detención de Los Ángeles del Infierno.
Luis Miguel Montero

La Guardia Civil logró desarticular en el año 2016 la rama española de la banda motera Los Ángeles del Infierno (HAMC NorthSide). En total, fueron detenidas 18 personas y el juicio se celebrará en noviembre de 2023, pero OKDIARIO ha accedido al escrito de la Fiscalía Antidroga, ya que la principal acusación contra los moteros es la de tráfico de drogas. En ese mismo escrito se describe la estructura de la banda y el puesto que ocupaban los acusados. Presidente, capitán de ruta y sargento de armas son los puestos que ocupaban en la estructura los detenidos.

Según la Fiscalía Especial Antidroga, «la asociación Hells Angels constituye la banda motera más antigua del mundo», organizándose por «capítulos», es decir, «integrada por un conjunto de moteros que se asientan de manera estable en una localidad». «Se autodenominan ‘fuera de la ley’, formando parte de la idiosincrasia el cometer ilícitos penales y administrativos, portando ropa con simbología propia, como el parche de colores con la calavera, y estando sometidos a disciplina propia de las jerarquías superiores, con directrices a nivel nacional e internacional», señala el escrito.

La estructura reflejada en el informe de la Fiscalía Antidroga consiste en «un presidente del capítulo, que ejerce la dirección absoluta, subordinado sólo a los órganos de la cúpula». El acusado como presidente de Los Ángeles del Infierno es Manuel Alfonso S. A. Por debajo estaría su vicepresidente o lugarteniente, Claudiu Bodan F. R., un ciudadano rumano afincado en España.

El tercer escalafón sería el del secretario o tesorero, «encargado de custodiar la lista de miembros y la contabilidad» de la banda. A niveles parecidos se sitúan el «capitán de ruta, que planifica la logística y seguridad  durante los desplazamientos». Al mismo nivel, el «sargento de armas, con labores de seguridad en las reuniones de la organización», en este caso el acusado es Sergio G. M., alias Pájaro. También están los «miembros de pleno derecho, que reciben dinero del club y son los ejecutores finales de las órdenes de la dirección». Finalmente, el fiscal habla de los «prospects o aspirantes a miembros de pleno derecho, que dependen de los anteriores y hacen lo que se les manda, poniendo así a prueba su lealtad».

Durante años se dedicaron al cultivo y tráfico de marihuana y hachís en el norte de España. Lo consideraban su territorio, porque según los investigadores los acusados formaban el capítulo del norte o North Side en España de la banda motera de los Ángeles del Infierno o Hells Angels.

Los tentáculos de esta sucursal de Los Ángeles del Infierno, según la Fiscalía, abarcaban desde Galicia hasta el País Vasco, pasando por Asturias, Cantabria y parte de Castilla y León (Zamora, Burgos, Palencia, León y Valladolid). En estas provincias, los procesados «se habían dedicado a la instalación, gestión y explotación masiva de cultivos de cannabis en plantaciones indoor (interiores) y que después distribuían en distintas provincias españolas, principalmente de Asturias, Cantabria, Vizcaya, La Coruña o Madrid», apunta el fiscal en su escrito.

Ángeles del Infierno
Material intervenido a la banda.

Los Ángeles del Infierno del norte de España usaban esta vía de financiación al menos desde el año 2015 hasta su desarticulación a manos del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón y de la Policía Nacional de la Comisaría de Bilbao. Nueve de los acusados eran miembros de pleno derecho de la banda y salvo un aspirante, el resto trabajaba para la banda en la explotación y cuidado de sus siete plantaciones de marihuana. Entre estas personas se encontraban las parejas de dos de ellos.

Fue a principios de 2016 cuando los agentes detectaron al sargento de armas de la banda en tareas de gestión de plantaciones de marihuana. Tras varias vigilancias, la Guardia Civil consiguió interceptar a un correo que transportaba varios kilos de hachís. Finalmente, los policías y los guardias confirmaron que la organización se dedicaba a buscar viviendas en Asturias para centralizar el cultivo de marihuana en esa comunidad autónoma.

El día que la Policía irrumpió en las plantaciones de interior que Los Ángeles del Infierno explotaban en pisos de Vizcaya, Castro Urdiales, Treto o Bárcena de Cicero se encontró con miles de plantas en pleno crecimiento, secaderos para las mismas, y casi 50 kilos entre plantas y la droga envasada para su transporte. También hallaron armas de fuego real y de fogueo además de multitud de puños americanos y cuchillos.

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