Invasión rusa de Ucrania

Cerco a los bienes de los millonarios rusos con intereses en España para evitar que financien a Putin

oligarcas ruros
Algunos de los oligarcas rusos.
Luis Miguel Montero

La Unión Europea (UE) ya tiene un listado de 718 ciudadanos rusos y bielorrusos y empresas que no pueden vender ni enajenar ni usar como garantía sus propiedades dentro de los países de la UE para convertirlas en dinero y financiar la guerra de Putin contra Ucrania. Algunos de estos millonarios tienen propiedades en España.

Sergey Viktorovich Chemezov, de 70 años, es conocido como uno de los colaboradores directos del Presidente Putin. Am­bos fueron funcionarios del KGB destinados en Dresde (Alemania); es miembro del Consejo Supremo de Ru­sia Unida, el partido de Putin. Según los datos de la UE, «Chemezov preside el conglomerado Rostec, que es la principal empresa rusa dedicada a la fabricación de bienes de defensa e industriales controlada por el Estado. A raíz de una decisión del Gobierno ruso, Technopromexport, filial de Rostec, proyecta construir centrales de energía en la anexionada península de Crimea, Por otra parte, Rosoboronexport, otra filial de Rostec, ha apoyado la incorporación de empresas de defensa de Crimea a la industria de defensa de Rusia, consolidando de ese modo la anexión ilegal de Crimea a la Federación Rusa».

Su yate, el Valerie, sigue anclado en el puerto de Barcelona. El barco estaba a la venta por 110 millones de euros desde el verano pasado, una venta que ahora está paralizada por decisión de la UE.

Porque los acuerdos tomados por el Consejo de Europa sobre las propiedades de estos millonarios se refieren a la posible enajenación de estos bienes en favor de terceros. Es decir, no pueden vender barcos, casas, joyas, etc… para convertirlos en efectivo, un dinero contante y sonante que podría ir a sufragar los gastos de la guerra en Ucrania. Se trataría de ahogar económicamente también cualquier atisbo de financiación del ejército ruso.

La UE ha congelado estos activos a través de los denominados “sujetos obligados”. Es decir, en España la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales y de la financiación del terrorismo establece determinadas categorías de entidades y personas que ostentan la condición de sujetos obligados, por motivo de su actividad, los cuales tendrán que instaurar procedimientos, tanto preventivos como de detección y comunicación de operaciones sospechosas. Esos sujetos obligados son bancos, seguros de vida, empresas inversoras, gestoras de fondos de pensiones, sociedades de garantía recíproca, cambios de moneda, registradores de la propiedad, asesores fiscales, empresas inmobiliarias, casinos de juego, comerciantes de joyas, etc…  En definitiva todo aquello que sirva para obtener efectivo. Tampoco podrán ingresar 100.000 euros en una cuenta o ampliar el depósito que ya tienen en 100.000 euros. Cualquiera de estos movimientos u otros sospechosos deberán ser comunicados a la Secretaria General del Tesoro.

Quien también tenía intereses en el puerto de Barcelona es Alisher Usmánov, tercer hombre más rico de Rusia y accionista mayoritario del gigante del acero Metalloinvest. En concreto, Usmánov posee un amarre de 180 metros valorado en unos 5 millones de euros. Su yate Dilbar, valorado en 300 millones de dólares, está retenido en Hamburgo por orden de las autoridades alemanas. Las autoridades del Puerto Marina Port Vell ya han avisado a las autoridades.

El Aurora es propiedad de Andrei Molchanov. El nombre es en homenaje al mismo buque cuya rebelión dio origen a la revolución bolchevique, sigue atracado en Barcelona. Molchanov es accionista mayoritario de LRS Group y en enero de 2018 fue incluido por el departamento de Tesoro de Estados Unidos en la lista de millonarios ruso cercanos a Vladimir Putin.

Roman Abramovich es el magnate ruso más conocido. Su yate My Solaris está anclado en el puerto de Barcelona y ahí sigue, ya que de momento la UE no lo ha incluido en su lista. Por si acaso, Abramovich ya se ha deshecho de sus acciones en el Chelsea a través de una fundación, quizás esperando el golpe que está por venir.

Vaguit Alekperov es otro de los rusos con intereses en España. En concreto en Barcelona. Alekperov es el actual presidente de Lukoil, la principal petrolera rusa. En 2014 quiso participar en el proyecto Marina Port Vell a través de un grupo británico llamado Salamanca Group. Detrás de esta empresa estaría Hadar Fund, un fondo con sede en las Islas Caimán detrás de que estaría Alekperov.

Finalmente el proyecto fue una concesión pública del Puerto de Barcelona y fue comprado por la antigua Cajamadrid. No son los únicos intereses de Alekperov en la ciudad condal. Según publicó El Confidencial en 2020 detrás de una de las promociones inmobiliarias más exclusivas de la ciudad condal, Paseo de Francesc Maciá 10 S.L., está un fondo de inversión luxemburgués, SQC Opportunity SCA SICAV-RAIF. En este fondo más del 25 por ciento pertenece a Alekperov junto con su esposa. En febrero de 2020 El Confidencial explicaba que cada vivienda costaba unos 8 millones de euros. Su yate, el Galactica Super Nova, siempre estuvo en Barcelona, pero dejó la ciudad condal y ahora está atracado en la costa de Montenegro, que todavía no pertenece a la Unión Europea.

Alekperov, de 71 años, está también en el ojo de mira de la Unión Europea, ya que su petrolera es la tercera mayor empresa del país tras las estatales Sberbank y Rosneft. Además de pertenecer al círculo más cercano a Putin es propietario del Spartak de Moscú de fútbol. La revista Forbes calcula su fortuna en unos 18.600 millones de dólares. Lukoil ya fue objetivo de las sanciones impuestas por Estados Unidos a numerosas empresas rusas tras la anexión de Crimea en 2014, cuando Rusia invadió por primera vez Ucrania.

La lista negra de la Unión Europea  también incluye al mayor accionista de la cadena de supermercados DIA, Mijail Fridman, que ya estaba investigado en España por la quiebra de la empresa española Zed WorldWide. Fridman dimitió de su cargo de consejero de LetterOne, propietaria de DIA, pero Anticorrupción española lo continúa investigando en nuestro país. Además Fridman es el presidente del consejo de supervisión del consorcio del grupo de Alfa y está en el consejo de Alfa Bank. Fridman con pasaporte ruso e israelí era, oficialmente, el mayor inversor ruso en España a través de DIA. Llegó a nuestro país en 2017 cuando LetterOne se hacía con el 10% de las acciones de los supermercados de esta marca y en 2019 controlaba ya el 70 por ciento de la cadena.

La Audiencia Nacional en España imputó a Fridman por “maquinación y administración fraudulenta” de Zed a la que habría quebrado para recomprarla a bajo coste.

El problema ahora es determinar qué propiedades son realmente de un propietario ruso y cuáles no, ya que un barco puede saberse quien lo disfruta, pero muchas de las mayores fincas, chalets y pisos están puestos a nombre de sociedades con residencia fuera de España.

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