Los republicanos piden a Trump a una salida lenta de Siria hasta que el ISIS sea derrotado
El destacado senador republicano Lindsay Graham, presidente del Comité Judicial del Senado y una de las voces más importantes del partido, ha pedido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ralentice la salida de las tropas de Siria que ordenó el mes pasado hasta que la organización terrorista Estado Islámico sea derrotada.
«Una retirada mal planificada no terminará con la guerra contra Estado Islámico, sino que empezará otra nueva», ha avisado Graham, de visita en Turquía, para intentar convencer a las autoridades turcas de que relajen su ofensiva contra las milicias kurdas, aliadas de Washington y enemigas de Ankara, que combaten contra la organización terrorista.
El senador, que lleva haciendo labores de contención de daños desde el inesperado anuncio de Trump junto a otros elementos del Gobierno norteamericano, ha indicado que tiene intención de poner en marcha un plan para garantizar el desplazamiento seguro de las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular, lejos de Turquía.
La intención de Estados Unidos con esta decisión es la de garantizar la seguridad tanto de las fuerzas turcas como de la población kurda, según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias turca Anatolia.
Graham mantiene que la organización terrorista sigue siendo un factor muy a tener en cuenta en el escenario sirio, en una opinión que rebate la formulada por Trump durante su anuncio de diciembre, durante el que aseguró que Estado Islámico había sido «derrotado».
Trump viajará este sábado a la base aérea de Dover, en el estado de Delaware, para recibir los restos mortales de los cuatro militares estadounidenses muertos en el atentado terrorista perpetrado por Estado Islámico esta semana en Siria.
«Salgo hacia Dover para estar con las familias de cuatro personas muy especiales que dieron sus vidas por su país», ha escrito el presidente en su cuenta de Twitter.
Los cuatro estadounidenses fallecieron — y otros tres más resultaron heridos en el atentado suicida reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico en Manbij, en el norte de Siria –, en uno de los ataques más graves jamás perpetrados contra fuerzas estadounidenses por el grupo terrorista, del que Trump aseguró el mes pasado que había sido «derrotado».
De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el atentado con coche bomba fue de un suicida y tuvo como objetivo una patrulla de la coalición internacional que lidera Estados Unidos.