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Marruecos agradece al PSOE que no condene en la UE el encarcelamiento de periodistas marroquíes

Marruecos Pedro Sánchez
Pedro Sánchez durante su reunión con el rey Mohamed VI en Rabat.

Pedro Sánchez tiene garantizada una invitación a tomar té por parte del Rey marroquí, Mohamed VI, durante la próxima cumbre hispano-marroquí prevista para la semana que viene. El Parlamento marroquí se reunió este lunes, en sesión conjunta, para poner en cuarentena supuestamente sus relaciones con la institución homóloga en la UE tras la resolución condenatoria del pasado miércoles del pleno de la Eurocámara que condenaba la detención de periodistas en el país vecinos.

Sin embargo, no todos se sumaron la gran mayoría europarlamentaria. Los socialistas españoles, con Juan Fernando López Aguilar a la cabeza, se opusieron a dicha resolución y, por tanto, no condenaron la violación de un derecho fundamental como la libertad de prensa en Marruecos. Sorprende que los socialistas españoles hayan sido los más activos a la hora de criticar supuestas vulneraciones de la democracia en dos estados democráticos, como Polonia y Hungría, pero que, sin embargo, la pasada semana se pusieron de perfil para evitar la crítica a Marruecos.

Se ha hablado, por un lado, de la llamada de su líder Pedro Sánchez para no incomodar a los marroquíes y no estropear la cumbre de la semana que viene. Sin embargo, desde un punto de vista de otros países de la UE, sobrevuela el fantasma del Qatargate y del Marruecosgate, a través del cual la Policía belga halló conexiones entre el cabecilla de la trama, el socialista italiano Antonio Panzeri, y las autoridades marroquíes, como el embajador en Polonia. Según dichas investigaciones, Marruecos habría dado sobornos a algunos eurodiputados a través de Panzeri y Francesco Giorgi para oponerse a cualquier resolución contraria a los intereses marroquíes y apoyar cualquier otra que pudiera resultar beneficiosa.

En las diferentes comparecencias de este lunes, Pedro Sánchez y los socialistas españoles, en mayor medida, y los eurodiputados del PP, en menor medida, se llevaron los elogios de los portavoces políticos marroquíes. Así, Ahmed Touizi, del grupo Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), agradeció al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, que «expresó su desacuerdo con este intento de enemistad gratuita y saludamos también a los miembros del Partido Popular del Parlamento Europeo que se negaron a participar en el voto». Hay que recordar que efectivamente los eurodiputados populares se ausentaron de la votación del miércoles pasado.

En la misma línea se expresó, el portavoz del grupo socialista, Abderrahim Chahid, quien mostró su «agradecimiento a Pedro Sánchez y al PSOE por su postura» ante la resolución del Parlamento Europeo. Los ataques de Chahid fueron especialmente duros contra los eurodiputados que «dejaron a las personas mayores morir en los hospitales sin ayuda durante la pandemia del covid». Añadió que «sería mejor adoptar una resolución para frenar las industrias de las armas y su comercio, para poner fin a la pobreza, las armas y el cambio climático. Sería mejor que adopten una resolución para que los gobiernos europeos pidan perdón por su pasado colonial, o que pidan perdón por el papel de Europa en la Primavera Árabe que contribuyeron a crear estados fallidos a través de la guerra civil y el terrorismo. Por ello, no están moralmente autorizados a dar lecciones de democracia y derechos humanos».

Otro de los argumentos empleados en esta sesión histórica para las relaciones entre la UE y Marruecos fue el Qatargate. De acuerdo con el portavoz del grupo Agrupación Nacional de Independientes (RNI, que encabeza el actual Ejecutivo), Mohamed Ghiat, «nosotros no tenemos gas y petróleo para corromper, pero tenemos voluntad y amor a nuestra patria. Dejen a Marruecos y no traten de chantajearnos». Añadió refiriéndose a los eurodiputados que «ustedes abrieron las puertas a los lobbies del gas. ¿Dónde están los derechos humanos y las libertades?». «No vamos a aceptar que nuestra patria sea objeto de amenazas y no vamos a cambiar nuestras posturas y enfoques», sentenció Ghiat.

El resto de portavoces parlamentario y representantes de sindicatos y sociedad civil que se citaron para «condenar la injerencia del Parlamento Europeo e intento de influir en la justicia marroquí», como lo describió el presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi Alami, hablaron de «consternación», «sorpresa» e «indignación» con la Eurocámara y decidieron revisar sus relaciones con la misma para «someterlas a una evaluación integral para tomar decisiones apropiadas y firmes».

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