Las legislativas de junio planean en forma de ‘tercera vuelta’ para Macron

Macron
Un ciudadano mira los carteles electorales en Francia.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Francia ha votado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y ha reelegido como presidente del país al centrista Emmanuel Macron, con un mandato en el Elíseo de cinco años. Sin embargo, a pesar de haber conservado la presidencia, el mandatario francés deberá hacer frente a nuevos retos como el más inminente: ganar la próxima cita electoral en unas duras legislativas del mes de junio si quiere garantizar una gobernabilidad sin sobresaltos. Una fecha en la que algunos líderes  políticos franceses ya se han apresurado a denominar como tercera vuelta.

El líder de la izquierda alternativa en Francia, Jean-Luc Mélenchon, se ha apresurado en tachar a Emmanuel Macron como el presidente de la  República francesa «peor elegido» por los altos niveles de abstención, que superan el 28%.  Ha señalado que «la tercera vuelta comienza este domingo» y animó a sus seguidores a que «podéis derrotar a Macron y elegir otro camino si dais una mayoría de diputados a la Unión Popular, que debe agrandarse».

Y es que, Mélenchon, había instado a sus seguidores a no votar por Le Pen en segunda vuelta ni a abstenerse, con un lenguaje ambiguo en el que no llegó a pedir abiertamente el apoyo para Macron.

En el caso de la conservadora Marine Le Pen, con un discurso cuidado al máximo y reconociendo con rapidez el resultado electoral, aseguró que el porcentaje de votos cosechado por su partido ha sido «histórico», en la medida en que considera que sienta las bases de «un gran cambio» y anticipa una «gran batalla electoral» en junio, con motivo de los comicios parlamentarios.

Le Pen ha añadido que «millones de compatriotas han apostado por el cambio» y se ha erigido como representante de la Francia «olvidada». Ahora su nueva apuesta, para la que le queda un margen de casi dos meses para rasgar nuevos apoyos, deberá jugarla sin grandes extremismos, como ha hecho en los últimos días antes de la reciente cita con las urnas.

El sistema electoral de la primera y segunda vuelta también es aplicable a las elecciones legislativas francesas, aunque en estas hay una mayor presencia de partidos políticos. En las legislativas, al igual que en las municipales y cantonales, desde 1976, pasan a la segunda vuelta las candidaturas con al menos un 12,5% del voto, hasta ahora lo hacían las candidaturas con al menos un 10% de los votos. En la segunda vuelta, con la obtención de mayoría simple y relativa, sería suficiente. Esta circunstancia hace que la gobernabilidad futura para el presidente francés se le vuelva tormentosa si no logra alcanzar una mayoría en el parlamento.

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