EEUU evita el bloqueo financiero con una prórroga pese a no haber aprobado el presupuesto de Trump
Los legisladores estadounidenses han prorrogado hasta el 5 de mayo el presupuesto para el funcionamiento de la Administración federal —que oficialmente vencía este viernes—, mientras concluyen las negociaciones para la aprobación de un nuevo tramo de financiamiento.
Los presidentes republicanos de las comisiones de gasto en la Cámara de Representantes y el Senado presentaron la noche del miércoles un texto para financiar el Estado federal hasta el 5 de mayo, cuyo presupuesto vencía el viernes a la medianoche.
La Cámara y después el Senado deben adoptar este texto antes de la fecha límite.
En Estados Unidos, el Estado federal no puede funcionar sin que el Congreso haya aprobado los créditos. La mayoría republicana y la oposición demócrata están a punto de concluir sus negociaciones sobre una ley para terminar el año fiscal 2017, el 30 de septiembre.
Pero las conversaciones han sido complejas por lo que los legisladores decidieron darse una semana más, hasta el 5 de mayo, para concluir las negociaciones.
La ley que preparan definirá en detalle todos los gastos federales, desde la Defensa a la Agricultura, hasta septiembre próximo.
Los demócratas habían advertido a los republicanos de que bloquearían todo texto que incluya fondos para construir un muro en la frontera con México o cláusulas que supriman las ayudas vinculadas a la ley de salud, conocida como Obamacare.
De hecho, los senadores y representantes de los estados limítrofes con México pertenecientes al Partido Republicano no ven con buenos ojos la construcción del muro. En el objetivo de “tumbar el Obamacare”, Trump se topó con las reticencias de unos 30 representantes republicanos, bien por considerar que el presidente se quedaba corto en su reforma bien por temor a enfadar a los votantes de su circunscripción. Su negativa se unía a la de toda la bancada demócrata.
Según los demócratas, los republicanos finalmente accedieron a sus demandas, disipando el riesgo de una suspensión de actividades como ocurrió en octubre de 2013. Entonces cientos de miles de funcionarios federales se quedaron en casa durante dos semanas por falta de financiamiento a las entidades del Estado.
El acuerdo final aún no se alcanzó, pero legisladores de ambos partidos se muestran optimistas con la marcha de las negociaciones.