Duterte manda «al infierno» a Obama por no venderle armas
El presidente de Filipinas llama “hijo de …” a Barack Obama
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha manifestado este martes que su homólogo estadounidense, Barack Obama, puede «irse al infierno» y ha señalado que puede comprar las armas que necesite a Rusia y China si Estados Unidos no quiere vendérselas.
Duterte ha indicado que está desarrollando una nueva estrategia en relación con la política exterior filipina y ha aseverado que en algún momento «romperá con Estados Unidos», que se ha negado en algunas ocasiones a venderle armamento.
«Es mi deber sagrado mantener la integridad de esta república y la salud de su gente», ha afirmado el mandatario. «Si no me quieren vender las armas, se las pediré a Rusia, que tiene todo lo que necesito. En el caso de China, simplemente hay que firmar», ha añadido.
Duterte anunció el domingo que cuenta con el apoyo de Moscú y Pekín y aseguró que revisaría el Acuerdo de Cooperación de Defensa entre Estados Unidos y Filipinas, que fue firmado en 2014 y permite el acceso a las tropas estadounidenses a las bases filipinas.
En relación con la lucha contra el tráfico de drogas, el presidente filipino ha denunciado que en vez de apoyar al Gobierno, Washington ha estado criticándolo por el gran número de muertes registradas en el país.
«El infierno está lleno»
«El primero en golpear ha sido el Departamento de Estado, así que puedes irte al infierno, Obama», ha indicado Duterte. «La Unión Europea mejor va al purgatorio. El infierno está lleno ya. ¿Por qué debería teneros miedo?», ha añadido.
El presidente ha manifestado en otras ocasiones que Estados Unidos rompió su amistad con Filipinas desde que él fue elegido para el cargo. «Lo único que hacen es reprimir a otro líder ante la comunidad internacional», ha afirmado.
«Esto es lo que sucede ahora. Voy a reformar mi plan de política exterior. De hecho, en algún momento puede que rompa con Estados Unidos», ha añadido. Según fuentes del Gobierno estadounidense, la Casa Blanca ha estado haciendo lo posible por ignorar la retórica de Duterte.
Una ruptura de las relaciones entre ambos países provocaría tensiones en la región, donde la influencia de China ha aumentado en los últimos años. El portavoz del Departamento de Estado John Kirby ha manifestado que el comportamiento del mandatario filipino parece contradecir la relación existente entre ambas naciones.
«Ya hemos hablado de este tipo de retórica. Sinceramente, parece contradictorio teniendo en cuenta la buena relación que tiene el pueblo estadounidense con el filipino. Los dos gobiernos han cooperado durante años», ha zanjado.
«Hijo de puta»
No es la primera vez que el máximo mandatario filipino provoca una crisis diplomática por sus salidas de tono contra Obama. El pasado septiembre justo antes de una reunión con el presidente de Estados Unidos respondió a las preguntas de los periodistas, al sentirse cuestionado por Estados Unidos por supuestos crímenes dirigidos desde el gobierno como política contra los narcotraficantes.
Duterte llamó «hijo de puta» a Obama, el revuelo que levantó la declaración del presidente filipino fue comparable a su forma de disculparse. En un comunicado, el equipo de Duterte lamentaba que se hubieran tomado “como un ataque personal” y generado “tal controversia”.