Colas de más de dos horas y vuelos con retraso. Esta ha sido la situación que han sufrido miles de viajeros que aterrizaban en la noche de este jueves en el aeropuerto de Londres-Stansted tras conocerse la muerte de la Reina Isabel II. Una noticia que ha colapsado la ciudad.
Un país consternado y blindado que ha aplicado importantes controles de seguridad ante la llegada masiva de curiosos y medios de comunicación que han tenido que esperar cerca de dos horas en el control de pasaportes.
No solo colas, también ha habido vuelos cancelados con origen Madrid y destino Londres, así como descontrol en la zona de recogida de equipajes, donde las malearás no cabían en las cintas.