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Cómo limpiar la almohada

Limpiar la almohada es una tarea que debemos hacer de forma regular para mantener una higiene correcta de los dormitorios. Toma nota de estos pasos y empieza a crear un oasis lleno de buenas vibraciones.

Limpiar la almohada
Consejos para limpiar la almohada

Limpiar la almohada de la cama es algo imprescindible cada cierto tiempo. Aunque lavemos semanalmente la funda, no es suficiente para mantener una correcta higiene de la cama. Este punto de la cama es el que recibe más impurezas, en ella se pueden generar hongos y es donde residen la mayoría de las bacterias y grasa. Es importante no dejar pasar más de seis meses entre uno y otro lavado, si empieza a ponerse amarillenta o huele mal, es momento de ponerse manos a la obra. No es necesario cambiarla, simplemente necesita un buen lavado que puedes hacer fácilmente siguiendo estos pasos.

Pasos para limpiar la almohada

  1. Empezamos esta limpieza de almohada retirando la funda. Este paso lo debemos hacer al menos una vez a la semana, la limpieza de la funda evitará males mayores, aunque no será suficiente.
  2. Vamos a lavar las almohadas a máquina. Miramos antes su composición para no tener sorpresas, aunque la mayor parte de estos elementos pueden ponerse sin problemas en la lavadora. Incluso las de plumas pueden ponerse con programas suaves y controlando la temperatura.
  3. El detergente que usamos para esta tarea será un poco distinto, le ponemos una taza de detergente para lavar los platos, una taza de blanqueador y media taza de bórax. Estos ingredientes serán los encargados de eliminar cualquier impureza y dejar la almohada lo más blanca posible.
  4. Dejamos que la lavadora haga su efecto, si es necesario la lavamos dos veces hasta que quede la almohada perfecta. Usaremos la secadora si disponemos de ella y podemos por la composición de la almohada. Es importante que no quede nada de detergente y se seque a la perfección. Sin secadora simplemente la dejamos a ser posible al sol o cerca de una fuente de calor para que se evapore todo el líquido.
  5. Si son almohadas de viscoelástica y no podemos utilizar la lavadora, lo haremos a mano. Podemos utilizar la bañera o una tina. Añadimos agua y la cantidad de detergentes anterior. Movemos un poco para conseguir que se vaya limpiando, podemos usar un cepillo o esponja para aquellas partes más delicadas.
  6. Cuando tenemos la almohada limpia, la enjuagamos hasta que no quede nada de jabón y procederemos al secado como hemos visto anteriormente. Debe quedar perfectamente seca antes de volver a su lugar.

Con estos pasos las almohadas de nuestra casa estarán en perfectas condiciones. Es importante hacer esta tarea cada tres meses o antes dependiendo de la estación del año, el sudor o el tipo de piel, conseguiremos un oasis de limpieza de forma fácil y eficiente.

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