Cómo detectar comida en mal estado
El color, el olor y la textura de los alimentos son alguna de las "pistas" para detectar comida en mal estado.
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¿Cómo detectar comida en mal estado? Antes de tener que probar la comida para saber si realmente está en mal estado, puedes fijarte en su color o en el olor además, de guiarte por los pasos que te explicamos a continuación y saber así cómo detectar comida en mal estado.
Dejar un plato de comida en la nevera durante días o más de una semana, no garantiza que vaya a conservar su estado cuando decidimos comerlo, así que tenemos que ir con cuidado y fijarnos en lo que os explicamos para cerciorarte de que realmente se ha puesto en mal estado.
Pasos para detectar comida en mal estado
El deterioro de los alimentos se puede reconocer por el daño en la textura, el sabor y / o el valor nutricional. Los alimentos en mal estado pueden ser muy dañinos para las personas y, por lo tanto, no deben consumirse. Para saber si tu comida está en mal estado puedes hacer lo siguiente:
- Frutas y vegetales ennegrecidos, colapsados o abollados: El ennegrecimiento de frutas y verduras, especialmente si ya están peladas, es parte del proceso natural de oxidación, que no compromete el sabor: una rodaja de manzana marrón o una banana con piel manchada son perfectamente comestibles. Si la negrura te hace perder el apetito, puedes evitarla rociando la fruta ya cortada con jugo de limón. El agua muy fría también es un remedio para el colapso: el brócoli, los rábanos y las zanahorias listas para el pinzimonio pueden recuperar el tono y el color con un baño rápido en agua helada. En cuanto a las abolladuras, el consejo es consumir la fruta o verdura dañada lo antes posible, evitando así el desarrollo de moho en el área afectada.
- Moho: El moho está formado por pequeños hongos que pueden desarrollar toxinas y hacer que los alimentos cocinados, así como frutas y vegetales se echen a perder rápidamente. Si observas que la comida tiene una capa blanquecina encima es mejor que retires esas capa y aunque no todo el mundo comerá ese alimento, todavía lo puedes consumir si lo haces cuanto antes. Si, por otro lado, el alimento se vea afectado por una consistencia líquida o suave, como jugo de fruta, el alimento ya no es recuperable.
- Leche agria y yogures caducados. La leche pasteurizada normalmente no desarrolla microorganismos que sean peligrosos para los humanos: si has bebido un café con leche agria por error, es muy probable que no te pase nada malo (incluso si el sabor no es el mejor). El proceso que lleva a la leche a agriarse y cuajar es en realidad el mismo que permite producir queso y yogur: este último, en particular, puede consumirse hasta siete días después de la fecha de caducidad. Sin embargo, recuerda que cuanto más tiempo pase de la fecha de consumo de un yogur, menos vitales serán las bacterias que lo convierten en un alimento tan especial.
- El aceite rancio. Si, en cambio, el aceite ha adquirido un mal olor, definitivamente no se recomienda el consumo de alimentos. La rancidez del aceite se debe a la oxidación: para evitarlo, en el futuro, elige aceite de oliva en botellas oscuras y guárdelas en un lugar oscuro y fresco, lejos de las fuentes de calor. El aceite rancio puede ser utilizado para fines no alimentarios, como la producción de jabón.
- Huevos caducados. La fecha de caducidad está estampada en cada paquete de huevo;Puede superarla por unos pocos días si has guardado los huevos en la nevera. En caso de duda, realiza la prueba de flotabilidad: si el huevo flota en un recipiente lleno de agua fresca, se ha acumulado mucho gas en el interior y no se recomienda el consumo. La regla no se aplica a las preparaciones con huevos crudos: en estos casos, use solo huevos muy frescos, posiblemente dentro de los nueve días de la puesta.
- Pan seco. En la cocina tradicional, hay muchas recetas para la recuperación del pan seco: puedeS usarlo, por ejemplo, para preparar albóndigas, sopas, torrijas o simples crutones.Sin embargo, los panes envasados tienden a acabar mohosos: si esto sucede, se debe evitar el consumo.
- Pequeñas mariposas. El pan que queda abierto, al igual que otros alimentos ricos en almidón, pueden atraer mariposas, también llamadas polillas. Si lass ve revolotear en la cocina, examina cuidadosamente tus suministros: podrían haber llegado a pan, pasta, arroz y frutas secas, poner huevos y excrementos, que pueden causar alergia.Desafortunadamente, en el caso de la infestación, la única solución es eliminar todos los alimentos a los que pueden haber tenido acceso las polillas: en el futuro, recuerde usar contenedores a prueba de polillas o cerrar los paquetes con cuidado.
- La carne oscura. La carne roja se vuelve oscura debido a un fenómeno de oxidación natural, que no afecta el sabor: por ejemplo, en un paquete de filetes comprados en el supermercado, es normal que las partes expuestas al aire tengan un color más intenso.Sin embargo, si la superficie de la carne es pegajosa, viscosa o huele mal, la comida ya no está buena.
- Salsas caducadas. La mostaza y el ketchup pueden consumirse incluso después de la fecha de caducidad: la primera salsa se compone de ingredientes que no se dañan fácilmente, incluso si pueden perder su sabor; El segundo es rico en azúcar, que conserva el producto. La mayonesa, por otro lado, se debe comer fresca: recuerda que está hecha en parte de huevos.
- Pátina blanca. Finalmente, si desea un dulce, pero los chocolates tienen una pátina blanca, no te asuste: es solo la grasa que ha emergido en la superficie, a menudo debido a cambios en la temperatura. El gusto y la seguridad alimentaria no se ven afectados y puedes disfrutar de tu chocolate tranquilamente,
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