Cómo aplicar el streamline o el método para organizar mejor tu casa
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Si eres una de esas personas que siempre ve su casa desordenada, y ninguno de los métodos que has probado en el pasado acaban de convencerte, es probable que la metodología Streamline sea ideal para ti.
Se trata de una técnica que no le debemos a la principal influencer en este tema, Marie Kondo, sino a una de sus principales «competidoras», Francine Jay, la creadora de esta práctica y definitiva solución de orden hogareño.
Qué es y cómo aplicar el streamline
Miss Minimalist, como se la conoce en las redes sociales, desarrolló una serie de preceptos llamados Streamline, cuyo significado puede traducirse letra por letra para descubrir cuáles son las claves de la organización en casa.
Aunque evidentemente las letras que denominan este conjunto de reglas derivan de palabras en inglés, tenemos una transcripción fiable de cada una de ellas gracias a la revista AD, que se ha encargado de difundir el sistema.
- «S», de Siempre debes poner el mismo espíritu a la hora de limpiar tu casa, incluso en las tareas poco agradables.
- «T», de Tesoro, trasto o traspaso, una clasificación interna de este método que permite separar los objetos que nos vamos encontrando por el camino, y así poder decidir si es momento de guardarlo, tirarlo o por qué no donarlo.
- «R», de Razón de ser de cada elemento, ya que todo lo que almacenamos debe tener algún uso en la vida. Siempre que no podamos justificar por qué conservamos algo, así sea por su recuerdo, debemos eliminarlo.
- «E», de En cada lugar una cosa, en el sentido de que cada objeto debe tener un espacio asignado.
- «A», de Apartar las superficies, encargándote de quitar todo lo que está innecesariamente encima de ellas, liberando así tu vista de obstáculos que no hacen más que entorpecer la panorámica de cada espacio.
- «M», de Módulos o cajas para agrupar los elementos más pequeños, para que no queden dando vueltas por allí. Cuantos menos objetos se puedan visualizar de una sola vez mejor será para nuestra relación con la vivienda.
- «L», de Límites, una recomendación no sólo para la vida en general sino también para no llenar las habitaciones. Tienes que poner límites a tu ansiedad por comprar cosas que no te hacen falta, sobre todo si son muy grandes.
- «I», de Intercambio, lo que básicamente obliga a que si entra algo nuevo tiene que salir una cosa vieja en su lugar.
- «N», de Nada de excepciones, evitando la idea de preservar utensilios y otros que ya no se utilizan «por si acaso».
- «E», de El mantenimiento diario que tendrás que respetar junto a tus convivientes para que el orden no se altere.
Ahora que sabes su significado, ¿piensas poner en práctica el método Streamline?
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